Morir matando

20:53  

 

Hasta siempre Dani Vidal, has sido, eres y serás eternamente un dels nostres.

Vaya por delante que la decisión tomada por Andreu con el beneplácito de su acólito Lluis Fábregas de cesar a Dani Vidal es totalmente lícita porque ellos han puesto la pasta y son los dueños del cortijo; los abonados, socios, accionistas y seguidores somos sus súbditos a los que ellos se piensan que les debemos sumisión, mansedumbre y acatamiento, otra cosa es que nos creamos su amor al Nàstic y el sentimiento que invocan hacia un escudo, por ahí no pasamos la mayoría, excepto el pequeño grupo de palmeros que siempre les han reído las gracias y les hacen de felpudo. El Nàstic se ha convertido desde hace unos años en un pequeño lobby, un reino de Taifas donde manejan el cotarro cuatro o cinco.

A Dani Vidal le asestó la puñalada un Rasputín puesto en el cuerpo técnico y que con puntualidad informaba al Zar Andreu de lo que sucedía en el vestuario. De hecho ya hacía unos tres meses que Luis César estaba calentando en la banda para salir. El expresidente había adquirido un papel secundario, de perfil bajo, hasta ayer que hizo un regreso al pasado glorioso y cesó a su entrenador número CATORCE. De hecho en junio Josep María Andreu no dimitió de voluntad propia si no que ciertas circunstancias le obligaron a dejar el cargo.

Cargarse a un entrenador de la casa con 94 partidos a sus espaldas a falta de dos jornadas y con el billete de play off, casi, en el bolsillo es demencial, pero ciertamente desde hace meses el consejo de la SAD quería echar a Dani Vidal. Y si lo despides a falta de dos semanas para cerrar la Liga lo coherente sería sustituirlo por su segundo, el ideólogo de las estrategias, Iván Moreno dándole los galones de primero. Pero no, ya llevaban tiempo con Luis Cesar apalabrado. Un entrenador que subió al Nàstic a Primera en 2006 pero que ahora está oxidado por el tiempo que lleva sin entrenar.

El máximo accionista, el sueco Fred Wester se mantiene en silencio y aguarda su momento mientras, pero, Fábregas y una parte del consejo de la SAD han urdido un plan económico, una bomba de relojería que se encontrará el consejero nórdico al término de temporada: un entrenador que le hipoteca hasta junio de 2026 y un déficit de la temporada actual que superará el millón y medio de euros sin posibilidad de hacer una nueva ampliación de capital. Morir matando.

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