Varo evitó la goleada
Andy lo intentó pero acabó muy diluido. (Foto DIARI MES)
Mirarse el ombligo no conduce a nada, quejarse del arbitraje de Eder Mallo es agarrarse a un clavo ardiente con un guante en la mano. La falta de Jardí en el gol anulado es perfectamente sancionable y en las tarjetas tampoco hubo exageración. Lo que sucedió en Riazor fue que el Nàstic realizó una primera media hora encomiable, consistente, montando una tela de araña que inmovilizó a los gallegos, pero poco a poco el Deportivo fue entrando en el partido. Lo del segundo tiempo fue otra historia; el equipo se desconectó y lo más preocupante perdió intensidad y se fundieron los plomos, se fue la luz y llegó la oscuridad. Y suerte de Albert Varo que realizó cinco paradas impresionantes.
Los locales juegan muy condicionados en su campo por la presión de la grada y les cuesta arriesgar, eso el Nàstic lo aprovechó, pero cuando los blanquiazules en la reanudación tomaron la manija del encuentro triangulando en corto y con posesiones largas a los granates se les perdió la brújula. Aunque duela, el Deportivo fue superior en el computo del partido. La falta de gol sigue siendo la asignatura pendiente de los de Dani Vidal.
La defensa se agrietó y dejó opciones claras para los delanteros coruñeses pero afortunadamente apareció la figura de Varo que salvó cuatro goles cantados. El juego del Nàstic ha perdido fluidez, brillantez y espectacularidad comparándolo con lo visto en las primeras jornadas. La 1ªRFEF es una categoría compleja, muy igualada y donde los errores se pagan caro y en el grupo Primero hay unos nueve equipos que pueden aspirar perfectamente a entrar en el cuadro de honor.
Una derrota que duele pero que se produce con un amplio margen para corregir defectos, que los hay, y volver a cogerle el pulso a la propuesta de futbol que esta temporada propone el cuadro tarraconense. Próxima parada Tajonar, pero antes visita a Los Arcos para jugar la eliminatoria de Copa ante el CF Orihuela.
1x1 Puntuación del 1 al 10
VARO (9): Partidazo con mayúsculas; salvó cuatro goles cantados y siempre dominó el área. Fue el salvador de la posible debacle en el marcador.
POL DOMINGO (5): Volvió a sufrir en su banda; le apretaron con balones largos y no pudo desdoblarse.
TRIGUEROS (5): Despistado en el remate que costó el gol; en la segunda parte lo pasó mal en la marca.
NACHO (5): Igual que su compañero, en la reanudación se vio desbordado y achicó balones.
JOAN ORIOL (6): Mejorado. Dio consistencia en el carril zurdo, y colaboró en las labores de ataque.
MONTALVO (5): Cumplió sin alardes, pudo ahorrarse la tarjeta en medio campo lo que le valió el cambio en el descanso.
BORJA MARTÍNEZ (8): Mantuvo el nivel durante los noventa minutos; repartió juego y aportó su calidad a balón parado.
ANDY ESCUDERO (5): Estuvo a punto de lograr el gol de la jornada, se precipitó en algunas jugadas. Acabó muy espeso.
JAUME JARDÍ (5): No tuvo su tarde; gris en la elaboración y con pocas apariciones arriba.
PABLO FERNÁNDEZ (8): Soberbio partido abriendo espacios, jugando de espaldas y como siempre ayudando en defensa. Le faltó acompañamiento.
MARC FERNÁNDEZ (4): Sigue con su crisis de juego y de generar ocasiones de gol. Anduvo muy despistado.
GOROSTIDI (4): Muy flojo, no supo darle solidez al medio campo y apareció muy poco en el juego.
SANTAMARIA (4): Lento, este es su gran defecto, tuvo un par de ocasiones pero llegó tarde. No remató.
DAVID CONCHA (3): Salió frío y estuvo ausente del juego; imperdonable en un delantero ver en veinticinco minutos dos amarillas.
MARIO RODRIGUEZ (5): Intentó un par de acciones y provocó una falta; se espera más del catalán.
POCHETTINO (6): Pocos minutos pero por lo menos intentó incursiones por la banda derecha.
DANI VIDAL (5): Bien en el primer tiempo, mal en el segundo. Tendría que reflexionar sobre la falta de intensidad del equipo en la segunda parte.
EDER MALLO FERNÁNDEZ (6): El colegiado de Bilbao de 30 años con seis temporadas en la tercera categoría, estuvo bien. Debate en el gol anulado al Nàstic, correcto en las tarjetas reglamento en mano. Partido difícil de arbitrar.
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