Carta a Dani Vidal González

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Dani señalando el camino del play off que no le han dejado disfrutar.

Apreciado Dani:

Ya se que no se estila en tiempos de la alta tecnología digital escribir cartas, pero creo que esta excepción merece la pena. No tengo el gusto de conocerte personalmente, pero he seguido todos los partidos que has dirigido como técnico del Nàstic. La temporada 2018/19 debutaste con el Juvenil A, luego pasaste a la Pobla de Mafumet en Tercera División, en el curso 2020/21, en la siguiente ascendiste como segundo de Raúl Agné, y en febrero de 2023 te dieron los galones para convertirte en el técnico del primer equipo donde has estado durante 92 partidos de Liga con un buen balance de 42 victorias, 26 empates y 24 derrotas. 

De los 67 técnicos que han entrenado al Nàstic en categoría nacional, desde la temporada 1943/44 en que se creó la Tercera División Nacional, solamente ha habido tres entrenadores de la ciudad que hayan dirigido al primer equipo, Kiko Ramírez (lo hizo en 8 partidos) y Ángel García en tres. Por tanto puedes estar orgulloso del palmarés que dejas en los anales de la historia del club y  a pesar de que algunos no te lo hayan querido reconocer.

Durante estas dos temporadas y media liderando al cuadro granate admito que en algunas ocasiones he sido muy crítico contigo (el estilo de los viejos periodistas, Dani), cuestionando ciertos onces que hiciste, juzgando algunos cambios controvertidos durante los partidos, siempre a mi juicio, censurando la inmovilidad del sistema 4-4-2 en varios encuentros y riñéndote porque no habías hecho debutar a ningún jugador de la cantera (los minutos basura no los cuento).

Es evidente que tenías que irte modelando como míster, madurando como estratega, formándote como  jefe del vestuario y sobre todo ir cincelando tu personalidad. Pero algo habrás hecho bien cuando toda la plantilla cerró filas a tu lado el día de la injusta destitución. Mucha fuerza Dani, que con 32 años tienes por delante todo un mundo para demostrar tu valía y hacer callar algunas bocas

Te escribo para subrayar que tu cese fue una ignominia, una infamia, una canallada, una decisión tomada por un par de personajes que se creen que entienden de futbol y están equivocados. Contigo el play off lo hubiésemos firmado igual y faltando dos jornadas para cerrar la liga fue una acción surrealista e injustificable. El noventa y nueve por ciento de los aficionados no entendieron la decisión (el uno por ciento restante, los aduladores del poder, si).

Al margen de las discrepancias o desavenencias que hayamos podido tener en mi condición de periodista y tu de entrenador, debo reconocer que tu atesoras un bagaje de sentimiento grana que no puede tener otro técnico, toda la vida en la entidad, una vocación, un nastiquismo que te hacían ser imprescindible para estos últimos partidos. Dani, lo siento; tu cese es el que más me ha dolido desde que cubro la información del Nastic, que curioso y esto a pesar de nuestras divergencias futbolísticas. Este reconocimiento también lo hago extensivo a tu segundo el profesor Iván Moreno, excelente entrenador y mejor persona.

Un abrazo muy fuerte y espero poder conocerte algún día; ten presente que la historia, al final, siempre pone a cada persona en su sitio.

Atentamente

Enric Pujol Cayuelas

(Periodista y socio número 100)