domingo, 26 de agosto de 2012

'Lo importante no es lo que hace el destino, sino lo que nosotros hacemos de él'


He descubierto que la Segunda B, diez años después, se ha convertido en la categoría de la negación. No hay seis suplentes en el banquillo; No hay cuarto árbitro; No llevan pinganillos la tripleta arbitral; No hay camisetas suplentes de diseño; No hay nombre en la espalda de los jugadores; No salen los equipos juntos; No hay TV; No se existe para los carruseles; No se llena la Sala de prensa...

Pero ante tanta negativa existencial lo que si existe es el futbol entendido como un juego rudo, tosco, impreciso, con cisma entre las lineas y donde el santo y seña es: sufrir, sufrir y sufrir. El partido ante el Valencia Mestalla fue el paradigma exacto. De salida el Nàstic necesitó un tubo de ansiolíticos para calmar la ansiedad, el peso de la responsabilidad. No logró tener el balón y padeció, quiso generar futbol a base de condcucciones indiviudales en exceso y sin yesca para prender la cerilla.

Un primer tiempo en que a los visitantes les tocó la loteria jugando un solo décimo; donde el Nàstic buscó su DNI con un futbol directo pero sin dirección,  presionante pero sin lograr tener el balón. El equipo ha de amoldarse a la nueva situación, de vivir en un ático con terraza, a un minúsculo apartamento interior, de trenzar jugadas con pausa a aclarar por la vía rápida los balones que quieran husmear su área.

En la segunda parte el decorado cambió el Nàstic de Kiko Ramírez circuló mejor el esférico, desbordó por los flancos y por lo menos sumó cuatro ocasiones de gol (cuatro más que los valencianos). Todos los partidos serán feos, duros, donde las triquiñuelas ayudan (el Valencia pareció en este apartado más veterano que el Nàstic) y sobre todo habrá que tirar de estrategia para derribar los muros visitantes.

Sin mercer el empate se empató, porque entre ganar o perder, en la Segunda B, existen un finísima línea de cristal que a la menor duda se rompe. En el inicio de Liga sobraron: ansiedad, juego directo y exceso de individualismo en la conducción; y faltaron: frescura, circulación de balón, pausa y sobre todo se añoró el Gol.

Perfecto Rubén; seguro Xisco, bien Mairata (con el lunar del gol), irregular Fran;  mejorado De Lerma; maratoniano Bezares; oscuro Haro, individual Quintana; romo y gris Eloy; inspirado Quintana (en el segundo tiempo); intermitente Eugeni; desacoplado Aaron, y Virgili, testimonial.

Kiko estuvo bien en el planteamiento aunque tal vez debió buscar mayor posesión y pausar el partido en el primer tiempo; estuvo acertado en los cambios. En el futbol, pero en Segunda B màs, está bien lo que bien acaba...por que lo que empieza mal se puede corregir.


1 comentarios :

Totalmente de acuerdo contigo Enric, si hoy hubieramos ganado (podia haber sido) tampoco estariamos en la Liga Adelante, esta es la bonita 2aB que tantos año yo disfruté, no tantos como vd.Los filiales siempre son equipos correosos, jovenes y fisicamente buenos, pero el equipo da buenas sensaciones sobretodo en actitud ha ido a ganar el partido en la segunda parte.

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