BON NADAL
El Ninot, un detalle nastiquer para felicitar la navidad.
Este será el último christmas del blog que escribo porque, os recuerdo, que al término de la actual temporada bajaremos la persiana y nos sumaremos a la larga lista de locales cerrados en el centro de la ciudad. BON NADAL¡ como ha cambiado el sentido de esta frase, como se ha remitido el espíritu hogareño, como se ha alejado el calor familiar y como se ha impuesto la globalización. Hoy la mesa está surtida de productos que aparecen todo el año a nuestro alcance y los regalos llegan por una inercia consumista. Y encima, al contrario que en Inglaterra, aquí damos casi quince días de festividad al futbol.
BON NADAL¡, antes de pequeño, guardabas el recuerdo del último partido del Nàstic para compartirlo en la comida navideña; eran tiempos en los que llegaban treinta o cuarenta felicitaciones por correo; que le dabas el aguinaldo al sereno, al cartero, al barrendero e incluso al guardia urbano. Cuando solamente existían cuatro clases de turrón: Alicante, Jijona, Chocolate y de Yema. Entonces brindábamos con champagne sin saber que en realidad era cava y los langostinos que eran caros, pero no estaban congelados.
Un pesebre sin inclusivismos que inaugurábamos el día de Santa Lucía y recogíamos en la Candelaria. El señor gordo y vestido de rojo aun no había salido de los Estados Unidos y aquí hacíamos cagar al tió y llevábamos las cartas a los pajes de los Reyes de Oriente en un país que no era monárquico sino gobernado por una negra dictadura. La ilusión e inocencia de niños la perseverábamos y le dábamos solidez. Luces en las calles (ni leds, ni de bajo consumo) y frio, mucho frío porque nadie sabía nada del calentamiento global.
Y el brindis después de recitar el poema encima de una silla que incluía la propina de los avis; se deseaba felicidad, amor, salud y siempre el remate era y que pugi el Nàstic. La vida corre a velocidad supersónica y ahora tenemos unas navidades low cost, influenciados por los mensajes publicitarios de la TV, ofertas para marchar de vacaciones, enganchados a las redes sociales y con una empatía distante para quedar bien.
Pero a pesar de este viaje nostálgico al pasado os deseo un molt BON NADAL y como se pedía en la mesa navideña de casa de mi abuela, i que pugi el Nàstic. Hasta el año que viene.
LA CLAVE: Si, también incluyo una Clave que vendría a ser el carbón para, como no, Lluis Fábregas. El presidente ejecutivo siempre habla del mantra que el Nàstic acumula déficit año tras año porque la categoría es deficitaria. Pues tome nota, Unionistas que ha cerrado todos los ejercicios con superávit se enfrentó tres veces al Nàstic y en todas venció. Algo harán bien en Salamanca que al genio de las finanzas del Nàstic se le escapa. Siga pidiendo respeto a los demás cuando el primero que no lo tiene es usted. BON NADAL¡
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