¡Aprender de las derrotas¡
En el territorio de Montana (USA) en junio de 1876 se libró una de las batallas más duras de la 'Guerra contra los Indios'. El Teniente Coronel G.A. Custer al mando del 7º Regimiento de Caballeria al mando de cerca de 4.000 hombres fuertemente armados se enfrentazban a las tribus indias capitaneadas por 'Caballo Loco', Los 'casacas azules' pensaron que seria una batalla sencilla dada su enorme superioridad. Pero los sioux y cheyennes, más conocedores del terreno y acostumbrdos a las escaramuzas les infringieron unas dolorosas derrotas. Semanas después desde Whashington enviaron a nuevos regimientos que con más precacuiones y adaptándose a la orografia del terreno lograron someter a 'Caballo Loco' y 'Toro Sentdo'.
Al Nàstic le pasó algo similar. de principio creyó que los rivales eran los 'indios' y ellos el '7º de Caballeria'. Y se pagó caro. Partidos escaramuza con goles sorpresa y puntos que volaban; equipos que corrian como los 'sioux' y que no te dejaban maniobrar ni poner en práctica lo que habias aprendido en la 'academia' (entrenos). El 'teniente Coronel' Salamero ya está consiguiendo que sus hombres interpreten dónde juegan y cómo deben de hacerlo. En Inca el equipo tenía que imitar al anfirión y poner mucha 'constancia' sobre el maltrecho terreno de juego. Se hizo. Se logró taponar las entradas de los isleños e incluso se sufrió menos de lo previsto.
El equipo ha mejorado, sabe lo que quiere, a pesar de que sigue teniendo lagunas, por ejemplo sabemos que Arriaga está en el terreno de juego porque en el acta del colegiado pone: 10: Arriaga Dosantos, Joseba; Rodri se conforma con ser el aliño de la ensalada cuando debería ser parte importante de la misma; Velez sufre en el lateral cuando ha de mostrar su talante ofensivo; y Haro, muy bien en la segunda parte, pero le falta firmar, rubricar las jugadas.
El orden táctico ya comienza a memorizarse, el criterio defensivo ya se ha ajustado, falta encontrar una mayor vocación de gol, mejor aprovechamiento de las jugadas a balon parado. El equipo ha mejorado, tiene solidez, en cada partido es más inifugo a las ocasiones de gol del rival y trabaja las triangulaciones en medio campo. Con Rubén de espectador y los mallorquines Xisco i Mairata imponiéndose por el centro, Benito y Velez pusieron el candado en las bandas. Inmenso Bezares, eleéctrico Haro, goleador Quintana, necesario Marc Jiménez, voluntarioso Uriarte, con poco tiempo Ñoño y Viale.
Encadenar tres victorias seguidas seria sinónimo de transformacion del equipo, el Ontinyent el primer equipo que debutó en partido oficial en el Nou Estadi, hace cuarenta aós, debe de ser el objetivo.
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