domingo, 12 de mayo de 2013

'Es tan corto el amor y es tan largo el olvido' (Pablo Neruda)



Los aficionados del Nàstic no se merecen este final de Liga tan desesperante e indigno. Una desilusión que abrasa el corazón, un desencanto que ha pinchado el globo del renacido sentimiento grana. Llagostera ha significado la pérdida de la brújula, el tirar por la borda toda la esperanza que en la primera vuelta se olvidó en los vestuarios, vivir tanta agonía para acabar la competición envueltos en la mediocridad y la indignación, no es justo. Los esfuerzos del Consejo, la ilusión de Josep María Andreu y los deseos desenfrenados de todos los socios en el regreso del campo del Reus se han desvanecido. Salamero y la plantilla deberían de explicar porque el equipo optó por abandonar la carrera antes de cruzar la línea de meta.
 
Es muy duro volver a cruzar por el desierto de la Segunda B, (otra vez al campo del Prat, Llagostera, Xàtiva...¿Cómo motivar de nuevo a una afición cansada, dolida, triste, cabreada  y que difícilmente volverá a creer de inicio en otro proyecto?; ¿se puede olvidar la manera de jugar que hasta hace cuatro jornadas el equipo desplegaba sobre el césped?.  Es preciso que exista MÁS implicación, MÁS intensidad, MÁS vergüenza durante los entrenamientos por que esto se reflejará en el partido, MÁS querer ganar, MÁS sentimiento.
 
Hay que recomponer la plantilla (por lo menos son necesarios SIETE fichajes) y firmar contratos en base a objetivos logrados. El futbol es un reflejo de la sociedad y ante la crisis que sufrimos los jugadores no pueden ser la excepción. Buscar jugadores comprometidos, con ganas e ilusión; futbolistas que no lleven pensando desde hace jornadas donde irán o que harán; el Nàstic tiene una historia detrás  que le avala (el año próximo el futbol cumple 100 años) y quienes defiendan sus colores deberían saberlo. 
 
El Nàstic no debió perder en Llagostera (mal planteado el partido), no se debió perder frente al Constáncia (faltó concentración e intensidad), no se debió empatar en Onteniente (faltó coraje y rabia con todo lo que se dijo), no se debió empatar frente al Xàtiva (hubo exceso de conformismo)...y esto con los precios que paga el socio en Segunda B, hacen que el desánimo y el cabreo cunda entre los aficionados.
 
Tiempo habrá en este blog de analizar jugador a jugador el rendimiento que han dado en el año del 'Tornarem'...'Tornarem a jugar a Segona B'.
 
R.I.P.

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