lunes, 26 de agosto de 2013

'La paciencia es uno de los mejores caminos para alcanzar nuestros propósitos'


Valero Serer, el mejor delantero de la historia del Nàstic.

Para lograr algo bien hecho  se necesita tiempo, solamente Dios -según La Biblia, fue capaz de crear el mundo en siete días...y así le quedó. El Nàstic se asemeja a un motor de Formula 1 pero que sigue en el taller para ajustar las bujías, los manguitos, la transmisión, la caja de cambios o el diferencial; a primera vista parece un motor rápido, potente, revolucionado, pero dista de obtener el mejor de los rendimientos. Frente al Lleida el Nàstic se ahogó en su propio vómito, se envenenó con su 'alter ego', la defensa. La zona teóricamente más rocosa del equipo la dinamitó el Lleida con un juego desestabilizante que se nutre de segundas jugadas y de no renunciar al cuerpo a cuerpo como si se tratara de la batalla de Stalingrado. El Lleida si que llegó con el motor a punto (salió con un once casi idéntico al de la temporada pasada) y supo economizar el combustible para llegar al tramo final sin hacer paradas en boxes.
 
Los de Castillejo jugaron 35 minutos de buen futbol, disciplina táctica, buscando los laterales y pivotando sobre su eje creador de juego, hubo fluidez, permutas, recuperaciones que empequeñecieron al rival, pero el gol en clamoroso fallo defensivo local, cambió los papeles, se agigantó el Lleida y el Nàstic se convirtió en un grupo de 'pitufines granas' corriendo detrás del balón y dejando grandes espacios deforestados de jugadores que permitían a los ilerdenses avanzar como bulldozers que se plantaban en el área local son suma facilidad. El segundo gol de carambola de billar francés, alimentó la ansiedad granate hasta nublarle las ideas. El equipo necesitaba resetear su ideario futbolístico pero era tarde, el  'virus ilerdense' había bloqueado su base de datos.  Al equipo se le partió 'la espina dorsal' de su juego en la segunda parte y acabó sin movilidad.
 
Se perdieron tres puntos...y punto; dejemos el derrotismo en el armario, sírvanse tomar dos vasos grandes de paciencia, dos píldoras de confianza, una cápsula de esperanza y un comprimido de optimismo. ¡Quedan 37 jornadas¡
 
LOS PROTAGONISTAS:
TOMEU: Vendido en los goles, paró (despejó) bastante.
CALAVERA: Atrevido, bien en defensa y descarado en ataque.
VIALE: Espeso y previsible.
XAVI MOLINA: Quiso hacer demasiadas cosas...y algunas no salieron.
XISCO: Tarde aciaga. A seguir trabajando, capi.
VERDU: Buena zurda y sabia elección de las jugadas.
PERERA: Dos ocasiones, gol y una que sacó Torres. A lo suyo.
BEÑAT: Debió aparecer más, dudó en balones divididos.
MARCOS: Le faltó asociarse más y mejor.
DAVID SANCHEZ: Un tiempo prodigioso, el otro bloqueado.
LAGO J: El mejor rápido, desbordante y con hambre de gol.
QUEROL: No aportó verticalidad.
TORTOSA: Dejó destellos
GINER: Entró tarde.
 
CASTILLEJO: Buen planteamiento, acertada recomposición. La ansiedad, de momento, es del equipo tendrá que trabajar la terapia de grupo.
 
 
 

3 comentarios

Bien leido
En mi opinión, creo apreciar un error de posición en el campo : Xavi tendría que haber ocupado la posición de Beñat y viceversa.
Quizás Beñat no está al 100% y no era el adecuado y estando Xavi, tendría que haber acompañado Rocha.

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La apuesta me pareció correcta, pero Xavi quiso abarcar demasiado espacio y Beñat estuvo tímido. En casa hay que apostar por Rocha y David, juntos.

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Q os parece q apostara por Tomeu en lugar de Reina?

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