CAPÍTULO VIII (Interior derecho)
Avinguda Catalunya |
Nou Estadi |
|||||||
Nº |
Temp |
Jugador |
P |
Nº |
Temp |
Jugador |
P |
|
1 |
44-53 |
Alfonso Perdomo |
128 |
1 |
77/84 |
Rafa Martínez |
224 |
|
2 |
46/48 |
Juanete I |
49 |
2 |
86-99 |
Sergi Parés |
238 |
|
3 |
47/49 |
Santiago Vázquez |
48 |
3 |
O1/08 |
Toni Pinilla |
202 |
|
4 |
58/61 |
J.A. Segovia |
56 |
4 |
91/96 |
J. Manuel Rubio |
176 |
|
5 |
45/49 |
Domenec Balmanya |
75 |
5 |
O2/04 |
Luis M. Iraola |
72 |
|
6 |
29/35 |
Josep Barberá |
56 |
6 |
O8/10 |
David Bauzá |
71 |
|
7 |
61/64 |
Eduardo Palacios |
52 |
7 |
98/O3 |
Jordi Masnou |
137 |
|
8 |
53/57 |
Salvador Hoste |
117 |
8 |
O5/07 |
Carlos Merino |
54 |
|
9 |
65/67 |
Juanín García |
47 |
9 |
73/76 |
Manuel Crujera |
49 |
|
10 |
65/66 |
Vicente Navarro |
11 |
10 |
O5/07 |
Ángel Morales |
46 |
|
La posición del interior diestro ha dejado grandes nombres en el Nàstic. En el viejo campo de l'Avinguda Catalunya aparecen nombres con un gran poso futbolístico. El canario Perdomo jugó en varias posiciones pero donde estuvo más cómodo fue de interior derecho, trabajo, tesón y alguna pincelada de la escuela canaria. El madrileño Juan Pérez Juanete I, fue un futbolista de una enorme calidad, además de tener gol; el guipuzcoano Vásquez jugador de carácter capaz de hacer funcionar al equipo.
José Antonio Segovia, de Madrid, fue un interior listo, con buen desmarque y enorme a balón parado; Balmanya llegó mayor y lento pero sabía como manejar la máquina de construir juego. Josep Barberá fue un todo terreno con un zapatazo increíble. El cordobés Palacios distribuía juego y además abría espacios. El barcelonés Hoste destacó por su enorme regularidad. El onubense Juanín fue un interior con una sobrada capacidad goleadora. El valenciano Vicente Navarro fue un lujo en el centro del campo, llegó en la recta final de la temporada para dejarnos boquiabiertos.
En el Nou Estadi, sería el madrileño Rafa Martínez el cabeza del TOP-TEN, organizador, dando el tempo justo al partido y su gol en Zafra valió un ascenso. El vallense Sergi Parés era un comodín pero su posición natural sería la de interior zurdo. Toni Pinilla se erigió desde su demarcación en el director de orquesta y el motor del equipo.
El reusense Rubio sabía ponerle pausa al juego, defender con firmeza y repartir el balón con criterio. El donostiarra Iraola era la finura personificada, buen toque de balón y gran centrador. El alicantino David Bauzá a pesar de ser más zurdo se adaptó bien a la derecha y era un genio en los cambios de juego.
Jordi Masnou fue perseverante, inteligente, con un buen manejo del esférico y gran trabajo de zapa en el medio campo. El vasco Carlos Merino juntó a su irregularidad una calidad técnica de otra galaxia. El tarraconense Manuel Crujera fue un ejemplo de sacrifico, entrega y potencia. Ángel Morales también aporto clase, experiencia y clarividencia.
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1 comentarios :
Illa, illa, illa, Pinilla maravilla. Sin duda uno de los 5 mejores jugadores de la historia del Nastic
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