domingo, 21 de abril de 2013

'...Y los sueños, sueños son' (Calderón, no el ex del Nàstic, sino de la Barca)

Nàstic 1 - 3 Constància

Fue bonito mientras duró, se lo aseguro. El cuento de la 'cenicienta grana' que arrancó hundida en el último puesto de la clasificación y llegó  hasta acariciar el play off, concluyó sin final feliz (no como algunas casas de masaje chinas), el modesto Constancia devolvió a la 'carroza' su condición de 'calabaza'. ¡Tanto nadar y nadar, para ahogarse en la orilla¡. Una pena.

Durante el viaje de regreso de Llagostera junto a mi hijo Oskar, pensaba en los daños colaterales que podría poducir la rotura de una increible racha de triunfos. Y por lo visto hoy al mediodía la cruel derrota provocó heridas irreparables como la ausencia de los técnicos en el banquillo y la actitud de un equipo que dio encefalograma plano. Y es que el fondo de armario de la plantilla del Gimnàstic está muy lejos de parecerse al de Paris Hilton.

El análisis de hoy, más que nunca, lo hago desde la reflexión pensada y colocando al corazón en posición de pausa. Al equipo le pudo la ansiedad, cargaba con plomo en las piernas y óxido en la cabeza,  la preparación física es buena pero la puesta a punto sicologica era ficticia, sin cinturón de seguridad.  El partido lo supo encarar mejor el Constáncia -se jugaba parte de la permanéncia, el Nàstic salió muy relajado, falto de pasión, con poca tensión, trotando, aburriendo con el toque horizontal, sin profundidad por banda izquierda (mal Arnau y Perico obsesivo con desplazarse al centro que estaba tan abarrotado como en la baixada del Àliga),  y con descoordinación por la bada derecha donde Benito y Javi ayer hablaron idiomas distintos, tampoco Perera bajaba para abrir espacios y Marc vivió su partido más espeso, inocuo y abstracto desde que llegó. Una orquesta sin director ni bauta y en la que algun músico se dejó el instrumento en la taquilla.
 
Lástima por la afición que al final sintió rabia, impotencia y decepción, como cuando el marido pilla en la cama a su mujer con el amante. No existieron las segundas jugadas, se robaron pocos balones, oscuro como su tez estuvo Bezares, demasiadas dudas defensivas, Viale anduvo impreciso toda la mañana y Rubén titubeante en el inicio de la jugada. Tan solo los baleares Xisco y Marcos estuvieron en un nivel aceptable. Haro apareció tarde, se notó ligeramente la entrada de Eugeni y De Lerma saltó al campo con el partido entregado. Por cierto por que jugando en casa, el delantero Virgili no estuvo en la convocatoria?.
 
El entorno del equipo tampoco ha sido una balsa de aceite las últimas semanas, entre el escocés (Carlston), el rumano (Adrián Lixandru) y el argentino (Martín Posse), han generado un ambiente más cargado que en una sala de billar de Chicago en los años de la depresión. El técnico del Ontinyent que enchufó el ventilador de la mierda, el árbitro que se excedió en Llagostera y el entrenador que un diario barcelonés situaba en el banquillo del Nàstic para la próxima temporada son temas que no hay ayudado nada a que la plantilla se estabilizara, viviera aislada y en un remanso de paz y que se disiparan las dudas.
 
Quedan cuatro partidos, doce puntos en juego. Seamos realistas y pragmáticos pero no dejemos de caminar al lado del equipo por que no se lo merece, no le demos la espalda, pero nadie me negará que llegar al play off será más difícil que la Duquesa de Alba se pueda quedar embarazada.

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