Sant Tomeu de Manacor
'Un héroe es todo aquel que hace lo que puede' (Voltaire)
Tomeu Nadal, el héroe del partido.
Los iconos son representaciones de imágenes en paneles planos que tuvieron su esplendor en la religión ortodoxa durante el Imperio Bizantino. En la cultura deportiva el icono representa un personaje admirado que posee cualidades altamente cualificadas. Los iconos de santos y ángeles en las paredes de los santuarios, ermitas o catedrales perduraban a través de los siglos, los iconos de referentes deportivos tienen una vida más efímera. En el Nàstic ya hemos guardado en el trastero el icono de San Rubén, venerado durante siete temporadas y lo hemos sustituido por otro, con el olor de la pintura fresca aún, de Sant Tomeu de Manacor. Es la ley del futbol en la que todos los iconos llevan fecha de caducidad. En el futbol, mandan los resultados.
Tomeu Nadal logró destronar a Reina de la titularidad por una lesión del malagueño, pero su ascensión a los altares de la adoración grana llegaría por una lesión de su compañero en el minuto 2 de partido (lo que hace presumir que Reina no estaba para jugar) y ser el protagonista de la eliminatoria, parando en la tanda de penaltis dos lanzamientos. El manacorí, paisano de Rafa Nadal, ya se ha puesto a la afición en el bolsillo, por que la memoria de los aficionados suele ser tan estrecha como los desfiladeros del Gran Canyon; pero el currículum
de Rubén Pérez queda para la historia.
Fue un partido típico de Copa pero a la hora del vermut, un encuentro entre dos equipos de buen gusto futbolístico de perfume a play off, con un Albacete que gusta de trenzar el juego desde atrás, basculando con rapidez y buscando triangulaciones verticales. El Nàstic supo encontrar en la pizarra el antídoto para inocular el efecto del veneno manchego: presión muy arriba, anticipación de los pivotes y laterales adelantados. Hubo pocas llegadas pero en el primer tiempo el asalto lo ganó el Nàstic a los puntos; la segunda parte fue más abierta pero con ligera superioridad granate sobre el líder del Grupo IV. El gran gol del controvertido Querol se equilibró con un tanto de Samu, en posición más que dudosa. Otra vez prórroga.
En el añadido había cierta ventaja albaceteña, el Nàstic tuvo que hacer dos cambios obligado y al equipo se le diluyó la frescura, pero la batalla no tuvo tregua y se repartieron ocasiones por los dos bandos. Los de Castillejo las tuvieron (dos) los de Luis Cesar -siempre resulta un placer recibirle en su casa, (una). Los penaltis siempre son una lotería, por los blancos solo anotó Calle (dejó pocos amigos en el Nou Estadi) por que Tomeu atajó dos lanzamientos. Los granas no fallaron: Verdú (gracias por no emular de nuevo a Panenka), Viale, David y Giner...y a por la tercera eliminatoria.
LOS PROTAGONISTAS:
TOMEU: El partido perfecto. En cada encuentro que pasa transmite más seguridad.
JUANJO: Muy bien en defensa, en ataque a veces abusa de la conducción de balón.
VERDU: Mantiene su mejor virtud: la regularidad. Intensidad por banda izquierda.
VIALE: Seguro todo el partido, optó por la practicidad. Me gusta su serenidad.
ALEIX: Gran sentido de la anticipación y taponando disparos a media distancia.
BEÑAT: Un zapador nato. Su mejor partido recuperando, cortando y entregando.
ROCHA: Menos brillante que el domingo, lo conocían y no le dejaron espacios; sufrió.
RUBIO: Lento. Acusa el no haber hecho pretemporada, dispone de mucha calidad.
KIKE TORTOSA: Trabajo incansable del alicantino, estuvo siempre en la ayuda y desbordó.
GINER: Estuvo rápido y listo ante el marcaje del mejor jugador visitante, Juanra.
QUEROL: No deja indiferente a nadie. Corrió, peleó, insistió, marcó un gran gol, pero a veces acelera las acciones y se precipita. Tiene detalles geniales.
REINA: El corazón le dijo que estaba para jugar, pero la cabeza debió frenarle.
DAVID SANCHEZ: Supo ponerle pausa al partido, debe ajustar más el último pase.
MOLINA: Refrescó la línea defensiva demostrando su polivalencia. Tiene personalidad.
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