domingo, 15 de septiembre de 2013

'Aunque todo parezca nada, vuelve a empezar'


 
Memorable la jornada del sábado en la etapa decisiva de la Vuelta a España con la subida al Anglirú, una batalla épica entre el abuelo Chris Horner -42 años, un agresivo Nibali, un incombustible Valverde y un ambicioso Purito Rodríguez. Una espesa niebla inyectó más emoción, incertidumbre y agonía a un Puerto de Montaña mítico. Niebla que más tarde recorrió la ciudad disparada por la media docena de Vibrias de la Mostra de Folclore Viu (preciosa la de Castelló) con destino a la Plaça de les Cols, comenzaban les Festes de Santa Tecla. Niebla que por suerte desapareció al mediodía cuando fuimos testigos de la mejor diada castellera en Tarragona con cuatro collas (quince castells de los que el cinc de vuit fue el de menor puntuación).
 
Pero la niebla reapareció en Can Dragó durante el partido de Segunda B, una niebla invisible para los espectadores pero que envolvió a los jugadores del Nàstic y les nubló las ideas y les cegó los recursos para demostrar su superioridad en el marcador. En un terreno que más se parecía a un campo minado de los alrededores de Damasco que a un rectángulo de juego autorizado por la Federación, en Can Dragó habituado a albergar encuentros de segunda regional, el Nàstic cayó derrotado por la astucia de un rival inferior en calidad técnica. Por cierto los comentarios de Esport3 con Jordi Gonzalvo fueron muy generosos con el pobre juego cuatribarrado y rácanos para un Nàstic que a pesar de no jugar bien demostró mejor concepto futbolístico.
 
Los de Castillejo quisieron jugar en un terreno con más caucho que una fábrica de balones de básquet, costaba combinar y los pases al tercer toque sucumbían en las botas del rival con una patada a seguir propia del 'Seis Naciones'. La niebla también se ubicó en las piernas y se pagó el esfuerzo copero; las piruetas en la Copa, suelen preceder a batacazos en la Liga. A pesar de todos los defectos que evidenció el Nàstic, la estadística final (7 paradas de Morales, 1 de Tomeu) induce a reflexionar de que la derrota fue un peaje excesivo.  Si en Can Dragó se hubiesen evitado las dos faltas peligrosas en el lateral del área tarraconense y se hubiese aprovechado una de las siete ocasiones, el resultado sería otro, claro que si  Ana Botella dominara el inglés, seguramente ni seria alcaldesa de Madrid. Una derrota que ha de servir de lección y desear que la niebla deje paso a un sol que ilumine las ideas.
 
LOS PROTAGONISTAS:
 
TOMEU: Sin trabajo. Vendido en el gol.
CALAVERA: Algún pequeño desajuste en la marca, pero dio profundidad.
VERDU: Espeso. Tal vez acuse los minutos (todos) que acumula.
XISCO: Le inquietaron poco, seguro en el corte y en el mando de la defensa.
ALEIX: Tampoco le apretaron, pero supo cerrar espacios.
DAVID SANCHEZ: Debió darle más pausa al encuentro, lento en todas las acciones.
MOLINA: Mejor en la recuperación que en la creación de juego.
BEÑAT: Tuvo poca presencia, necesita el descaro que demostró en el Reus.
PERERA: Lo intentó pero se topó con Morales. Acabó exhausto.
MARCOS: Le costó pisar área y faltó conexión con sus compañeros de banda.
LAGO: No tuvo la chispa de otros encuentros, y ofreció poca verticalidad.
QUEROL: Pocos minutos, tuvo en su bota el gol del empate, se precipitó.
JEAN LUC: Muy rápido, optó por acciones difíciles en lugar de optar por lo fácil.
ROCHA: Debió entrar antes para disponer de ideas frescas.
 
 
 
 


2 comentarios

pues si casi siempre haces buenisimas conclusiones, es mas yo creo ke el chute de querol fue mala fortunas y se le elevo demasio

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por el hecho del cesped artificial y si yo tambien vi ese magnifico castell de la jove antes de ir al infierno del campo o futbolim de can drago

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