jueves, 17 de julio de 2014


Primera presentación, un 'mago del balón', Marc Martínez.

Volver a empezar, de José Luis Garci fue la primera película española en conseguir un Oscar, fue en 1982, además de ser una producción de bajo coste (40 millones de pesetas) y que batió récords de recaudación (casi 200 millones).  Volver a empezar (tornem a començar, en catalán) era la frase que desde pequeño escuchaba en la Avinguda Catalunya al final de cada temporada en Tercera División cuando nos quedábamos a las puertas del ascenso a la Segunda. Casi de manera consecutiva y un tanto desconsiderada año tras año en las emocionantes promociones Sevilla Atlético, Hospitalet, Europa, R. Jaén, Castellón o el modesto UD Maò nos despertaban del sueño del ascenso.

Los meses de verano de entonces servían para cargar las baterías de ilusión, para regenerar la esperanza y multiplicar los sueños, y ya en el primer partido de Liga en setiembre cuatro o cinco mil aficionados se encariñaban con el nuevo equipo (cambiar las plantillas cada temporada es un estigma del Club) mientras interiormente decíamos (aquest any, si, porque interiormente nos dejaban pensar en catalán). Y en estas últimas semanas observo cierto paralelismo con aquellos años, existen buenas vibraciones (palabra no usada entonces), se palpa optimismo, se transmite pasión grana y sobre todo existe el consenso en la confección de la plantilla casi cerrada, faltan solamente dos fichajes.

A Vicente Moreno ya le conocemos, ha sabido inculcar orden y un estilo distintivo al equipo, es un buen estratega amante del fútbol constructivo y de toque, y sobre todo un acertado alineador, bien asesorado por Adolfo Baines y apoyado en un excelente preparador Físico Raúl Pérez.  El técnico valenciano podrá trabajar este curso sin el agobio de la pasada temporada, con tranquilidad desde el próximo 18 de julio.

Se ha logrado retener a todos los jugadores con contrato vigente: dos buenos guardametas de nivel muy similar, Tomeu (mejor en las salidas) y Reina (un jerarca bajo palos); dos magníficos centrales, Xisco (veteranía, compromiso y eficacia) y Marí (eclosión y proyección de futuro); dos laterales Calavera (alumno aventajado) y Verdú (ambicioso en función atacante); en el centro Xavi Molina (el tresenuno: central, pivote o lateral, siempre cumple) y David Rocha (el Zubin Mehta del Nàstic, un futbolista comparable con Abel Buades); arriba Javi Martínez (listo y desequilibrante), Ferran Giner (el pequeño Bale, rápìdo y potente),  Lago Junior (letal en el uno contra uno); Marcos (visión de juego, trabajo y pelea con los centrales, sólo le queda recuperar el olfato de gol); y Jean Luc (la perla negra del equipo, puede ser su gran año).

Para aumentar la calidad se han realizado siete altas. Dos laterales jóvenes, Valentín (diestro) y Mossa (zurdo); un centrocampista Marc Martínez (desatascador del juego, de gran nivel técnico y con unas ganas enormes de sumarse al proyecto); el media punta Luismi (puede jugar en banda o por el centro con gran capacidad ofensiva); el medio centro Cristobal (con más de 120 partidos en Segunda B, con 22 años) y el delantero Rayco (un seguro de gol). A ellos si realmente está recuperado se integrará el gran Manolo Martínez (cada ascenso tiene un referente y éste puede ser el de Bigastro). En el ascenso de 1972 el referente fue Gallastegui, en los de 1978 y 1979, Vicente Amigó), en el 2001, Santi Castillejo y en los del 2004 y 2006, Toni Pînilla).

Otros equipos del grupo III de Segunda B también tienen o aún están buscando los mimbres, pero el Nàstic ahora les aventaja pues tiene ya casi terminado el cesto. La guinda del pastel deberían ser los 6.000 socios que el Consell se ha propuesto...
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