miércoles, 27 de septiembre de 2023

 


Temporada 1977/78, Santi Coch en el primer año en el Nàstic jugando en el Amateur primero y luego cedido al CD La Cava.

Quien dice que el karma no existe?. Pues si, en esta ocasión la fuerza espiritual o la emergía que converge en el universo va de puertas. Santi Coch (el jugador del Nàstic por excelencia)  tuvo que irse hace tres temporadas por la puerta de atrás, por la pequeña y ahora por fin se repara el agravio abriéndole de par en par la puerta numero ocho para que lleve su nombre justo al lado de la nueve que homenajea a otro mito como fue Valero Serer.

Que históricamente el Nàstic no haya estado a la altura de los grandes jugadores  una vez retirados ha sido un mal endémico; colgaron las botas entre la indiferencia de las directivas nombres como Eduardo Soro, Camilo Roig, Miguel Gascón, Ramón Llobet,  Valero Serer, Angel García o el propio Santi Coch.

Los clubes de futbol se alimentan de su historia, de sus sentimientos, de los vínculos con su pasado (museo, futbolistas míticos, partidos épicos, acontecimientos legendarios, momentos heroicos), dicen que ser agradecidos es de bien nacidos. En unas semanas se hará justicia con la persona que ha permanecido más años ligado al club diecisiete como jugador, más los sumados como segundo entrenador, entrenador del filial y scouting, en total cerca de treinta temporadas.

Santi Coch Castillo (Vimbodí 1960), pertenece a una saga de futbolistas iniciada por su abuelo Castillo guardameta del R. Murcia, seguida por sus hermanos Enric y Ramón, continuada por su cuñado Toni Oruj, los hijos Denis y Joel y su sobrino Aleix. Uff¡ Casi nada.

Santi debutó con el primer equipo del Nàstic el 2 de setiembre de 1979 en el viejo Colombino frente al Recreativo (3-0), para sumar a lo largo de su espectacular carrera, 528 partidos oficiales (en el Nou Estadi 241), con dos goles anotados y 187 tarjetas amarillas y 12 rojas. Era un lateral zurdo de corte defensivo, sobrio, poco proclive a desdoblarse en ataque; marcador implacable, con sentido de la anticipación, contundente e intimidador, un futbolista práctico que jamás se complicó. 

Como entrenador disponía de un gran clarividencia, sacaba rendimiento a todos los jugadores y pudo alcanzar más altos objetivos si se hubiese arriesgado a profesionalizarse, pero prefirió quedarse con la familia y no moverse del territorio. Además tiene una visión increíble para el estudio de los rivales.

Una de las decisiones más acertadas del consejo de la SAD de los últimos años ha sido reconocer  la entrega, la humildad, el sentimiento y el amor hacia el Nàstic de Santi Coch Castillo. Santi ya será inmortal en la larga historia del club Gimnàstic.

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1 comentarios :

He criticat al club sovint i també reconec que ara que han fet un acte de justicia que aplaudeixo

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