domingo, 31 de marzo de 2013

'La esperanza es el sueño del hombre despierto' Aristóteles (a secas, sin el Onassis)


Ellos propiciaron el 0-1 tan rápido, gracias afición.

Preocupación en la ciudad de Reus por que sin tener mar se anunciaba una gran marea a partir de las seis de la tarde, hora en que se puso en marcha el INUNCAT, plan de emergencia para la prevención de mareas. Las olas granas resultaron ser mansas y quedaron estancadas en media preferente y en el Gol Sur (o Gol de Mar, ja,ja,ja). Al Nàstic le empiezan a conocer, después de las peregrinaciones a Soria, Terrassa, Lleida, Xerez i Montjuic, como 'el Príncipe de las Mareas granas', recordando el título de la pelicula  de Barbara Streisand.
 
El Nàstic saltó al Municipal de Reus con 'doce' jugadores sin que el meticuloso colegiado murciano Joaquín Gallego Gambín pudiese impedirlo por que la afición correctamente situada detrás del terreno de juego no entra en el acta. Y fue el jugador número 'doce' quien echó el queroseno al motor del jet tarraconense para que empazara a volar desde el primer minuto, y llegó el primer gol que supuso un golpe de autoridad sobre la mesa, mientras el Reus tenia que ir a repostar al 'Camp de Aviació'..
 
Los de Santi Castillejo salieron al galope, lanzando balones largos, provocando faltas o saques de esquina para combatir la pausa granate. El Reus perdonó cuatro ocasiones y en otras tres obligó a intervenir al Rubén Pérez de las grandes tardes; el Nàstic puso a prueba a Ángel, que haciendo honor a su nombre, voló en otras cuatro ocasiones salvando goles hechos. Fue un partido con argumentos contrapuestos, las prisas locales y las pausas visitantes. Los de Salamero supieron jugar con las lineas muy juntas, apretadas, obligando al Reus a buscar las bandas y desistir de alimentar balones a su estrella Sergio León (gran delantero). Pedro y Masqué obtuvieron el fruto de las amarillas sobre Benito y Fran, pero luego no supieron forzar la segunda amonestación. En la sala de máquinas Beñat y Durán carburaron a un ritmo cansino.
 
Con el 2-0, con dos buenos goles de Perera y Javi, el Nàstic supo gestionar con prudencia el segundo tiempo buscando las contras, mientras que el Reus no encontró la conexión de Marqués con Sergio, y Masqué al final perdió los nervios. En defensa los rojinegros estuvieron más compactos por el centro con Sangra y Socias que por los laterales, donde Roberto sufrió más que Edu Vives.
 
Lo mejor del Nàstic, el bloque. Fue un equipo, que es de lo que se trata en este deporte llamado futbol. Fisuras, pocas, efectividad bastante (pudo ser mayor). Listos en los robos de balón y atentos a las segundas jugadas. El nivel físico formidable.
 
Rubén, providencial; Benito, una moto GP,  Xisco, la linea Maginot (1), Viale, práctico, Velez, contundente, Marc Martinez, repartidor; Bezares, Eduardo 'piestijeras', Javi Martínez, deslumbrante, Aaron Bueno, insistente; Perera, arma letal, Marcos, maratón man; Haro, incordiante; Perico, creciente, y De Lerma, poco tiempo.
 
Y entramos en la semana de la oferta: sumar seis puntos en dos partidos, mientras los rivales solamente podrán sumar tres. El miércoles todos al Nou Estadi.
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(1) Linea Maginot: Linea de fortificación construida por Francia en la frontera con Alemania e Italia, muy dificil de superar.

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