Ganar en tiempos revueltos
Javi (provocó el peanlty) y Lago (lo transformó)
Son momentos complicados para estar centrado en la Liga, corren tiempos revueltos, que si la denuncia por amaño de partidos por parte de la casa de apuestas (que por mi larga experiencia, no me lo creo), expulsiones de jugadores (a uno por encuentro), la ilusión del partido de Mestalla, la infructuosa persecución de los pasajes para acceder al play off que no llegan, pero llegarán, por eso ganar a pesar de jugar mal da un plus de satisfacción mucho mayor que si hubieses bordado el fútbol. Ocurre como con el alumno que se presenta a un examen sin haber estudiado la materia...y aprueba.
El Nàstic jugó un mal partido porque el Villarreal con un planteamiento que rozó la perfección se lo impidió, los castellonenses a parte de presionar desde la línea de arriba todo el partido nunca perdieron la compostura táctica, hecho que dice mucho en favor del técnico Lluis Planagumá. La sala de máquinas granate conducida por los Davids se quedó huérfana de recursos muy pronto y unido a la poca profundidad de los laterales, la nula aportación de Jean-Luc y la falta de entendimiento de la dupla atacante Perera-Lago, propició que el partido no compartiera el esplendor de la mañana pre-invernal. El Plan B, juego directo notó la ausencia de Marcos (a pesar de que el gol vino por una asistencia del meta Reina) y en la grada anidó la preocupación por las contras rápidas, pero un tanto romas, del filial amarillo. Además en algunas fases del partido los veinte jugadores utilizaban una cuarta parte del terreno de juego (y luego nos quejamos de las dimensiones de los campos del Llagostera, El Prat o el Huracán).
El partido necesitaba pausa que el Nàstic no supo poner, el partido necesitaba control en el centro del campo que no llegaba, el partido necesitaba oficio que si se supo poner, y al final la fortuna se vistió de grana, pero nadie puede discutir el triunfo de un equipo que a pesar de jugar mal tuvo más ocasiones que su rival. Así, por desgracia, es el fútbol que se practica en la Segunda B. El camino a seguir parece claro, aunque la RFEF permita que los impresentables dirigentes del Huracán programen su partido frente al Nàstic a menos de 48 horas del encuentro de Copa, eso solamente ocurre con equipos (no clubes) sin historial ni señorío, hechos para el regocijo, en el caso del conjunto de Manises, de un grupo de presuntuosos empresarios ávidos de protagonismo.
La anécdota del partido. Por primera vez en los 100 años de historia de la sección de Fútbol la labor de Delegado de Equipo pasó de padre a hijo, y al estar sancionado Josep María Grau, senior, fue su hijo Josep María Grau Aleu quien actuó, siendo además el Delegado más joven en la historia del Gimnàstic en ejercer dicha función, enhorabuena.
LOS PROTAGONISTAS (Puntuación sobre 10)
REINA (7): Estuvo bien, mejoró en las salidas y dio la asistencia del primer gol.
JUANJO (4): Muy espeso, estático en defensa abusó de avances demasiado individualistas.
VERDU (4): Poco pródigo en ataque, se embarulló más de la cuenta.
XISCO (8): Impecable. Un valladar, anticipación y contundencia, providencial en dos acciones.
MOLINA (6): Cumplió en una demarcación que conoce pero para la que no fue fichado.
D.SANCHEZ (5): No encontró el sitio, se complicó peligrosamente en un par de situaciones.
ROCHA (6): No pudo generar su fútbol pero por lo menos intentó el disparo a puerta.
JEAN-LUC (3): Desaparecido en combate tal vez físicamente no estuviera para jugar.
PERERA (4): Corrió sin demasiado sentido, sigue en crisis rematadora. Pocas ideas.
LAGO (5): Hizo cositas pero sin acabarlas, se le vio saturado. Marcó el penalti.
GINER (8): Un ciclón, poderío, fuerza y verticalidad, estuvo poco asistido arriba.
JAVI (7); Está casi al cien por cien, imprimió velocidad y provocó el penalti.
QUEROL (6): Abrió la lata de los goles, pero su frivolidad en la celebración pudo resultar fatal.
RUBIO (6): Es un jugador que pueda aportar calidad y temple en el centro del campo.
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