domingo, 8 de febrero de 2015

Marcos, ya lo comentamos es el delantero incuestionable del Nàstic.

         Job además de ser un excelente lateral zurdo extremeño que militó en el Espanyol en los ochenta fue un profeta y por ende el santo patrón de la paciencia. Y la paciencia (capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades con fortaleza y sin quejarse o rebelarse) es una de las virtudes más importantes que rodean el mundo del fútbol.  Hay que ser pacientes con los proyectos, con los sistemas de juego y con los futbolistas. Vicente Moreno ha tenido la paciencia necesaria con Marcos Jiménez de la Espada que algunos aficionados, injustamente, no tuvieron y la recompensa le vino en uno de los campos más difíciles del grupo y frente a uno de los mejores equipos, el de Pollença supo agradecerlo con dos goles vitales para conservar y reforzar el liderato.

       La salida al Rico Pérez, generaba cierto yuyu y se presumía muy tortuosa porque estaba envuelta en un rosario de bajas importantes (Rocha, Jean-Luc, Mari, Manolo Martínez, Luismi, Xisco Muñoz y Gerard, y para más inri a los 25 minutos de partido se lesiono el debutante Sergio Rodríguez), pero el Nàstic dispone de fondo de armario suficiente y tiró de los secundarios (leer la entrada en este blog del 28 de enero) y demostraron que en este equipo cualquiera merece salir en el once inicial.

      Desde hace algunas temporadas las visitas a Alicante han resultado más fructuosas que antaño y el Nàstic ha podido pescar en un campo de dimensiones idóneas para practicar un buen fútbol. Sabían los granates que un triunfo frente al Hércules calibraría las verdaderas expectativas del equipo y con un planteamiento descarado y ofensivo los tarraconenses impusieron su ley (incluso hubo gol anulado a Giner). Triunfo incontestable, 0-3, con dos goles de Marcos (se los merecía) y uno de Rayco (otro que sin hacer mucho ruido ya lleva 8 goles) que demuestran primero, la solidez defensiva (segundo equipo menos goleado de la categoría por detrás del UCAM de Murcia) y segundo que la puntería que en casa no se tiene en los desplazamientos está más afinada.

     El Domingo de Carnaval al Nàstic no le hará falta que se disfrace de líder porque ya lo es y por méritos propios. Lo que toca ahora es brindar una satisfacción a los aficionados y amarrar un triunfo que le permita sumar tres nuevos puntos. El objetivo ha de ser, en la próxima jornada, llegar a los 6.000 espectadores. 
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