viernes, 22 de diciembre de 2023

 


El bisho Bezares, en una temporada dejó una profunda huella.

Voy a responder a una pregunta que me han formulado algunos seguidores del blog, que sistema utilizo para fijar las posiciones del ranquin. Bien, me sirvo de la primera táctica que vi a comienzos de los años sesenta con mis propios ojos el 1-3-2-5, a partir de ahí ya comenzaremos a matizar. Hoy repasamos los TOP-TEN de medio centro o pivote defensivo, que puede jugar con un compañero (pivote), con otros dos  (trivote) o en una medular de cuatro.


Avinguda Catalunya

Nou Estadi

Temp

Jugador

P

Temp

Jugador

P

1

63/69

Martin Echeverría

188

1

O3-14

Manolo Martínez

110

2

56/63

Calixte Llobet

127

2

74-83

Jordi Filgueira

140

3

53/59

Josep Fortuny

115

3

71/76

Frances Company

130

4

60/63

Amador Barberá

59

4

1O/12

Fernando Seoane

75

5

40/42

Agustí Layola

58

5

l2/13

Juanjo Bezares

36

6

79/72

Miquel Florit

41

6

O4/11

David Medina

158

7

23/31

Josep Pujol

64

7

83/88

Antoni Domínguez

132

8

51/53

Ramon Hill

40

8

19/22

Javi Ribelles

50

9

58/62

Alejandro Navarro

116

9

08/1O

Pappe Diop

43

10

22/30

Angel Ferrer

62

10

98/OO

Nacho Cantero

50

 

Muchos de estos nombres que figuran en el ranquin dejaron honda huella entre los aficionados granates. En el antiguo campo de l'Avinguda Catalunya el mejor fue el vasco Martín Echeverría, un trotón, no muy rápido pero con gran sentido de la colocación y de sangre caliente; el cambilense Calixte Llobet fue un panzer que marcaba territorio; el tarraconense Josep Fortuny (a quien un accidente de moto dejó parapléjico) a parte de fuerza disponía de buena técnica; Amador Barberá, de Masdenverge, se basaba en su físico (alto y corpulento) para ser el dominador del centro del campo.

El barcelonés Agustí Layola, típico medio centro del inicio de los cuarenta fue una pesadilla para los rivales. El balear Miguel Florit (fallecido a los 40 años de accidente) supo dar equilibrio en la zona ancha y de gran ayuda para la defensa. Josep Pujol, de Barcelona, fue un medio centro alto y contundente; el vilafranquí Ramón Hill, disponía de rapidez y anticipación; Alejandro Navarro, de Gavá y de una dinastía de tres hermanos, sabía poner pausa al juego. Ángel Ferrer, era un comodín pero se desenvolvía mejor como medio centro.

En el Nou Estadi, el alicantino Manolo Martínez fue un pivote carismático capaz de llevar al equipo sobre sus espaldas; el tarraconense Jordi Filgueira fue un pulmón, que iba al choque y no hacía prisioneros; el valenciano Francesc Companys fue un trabajador nato, hacía su trabajo y el del compañero creativo; el gallego Fernando Seoane siempre daba equilibrio en su parcela y era un gran pasador; el gaditano Juanjo Bezares fue un caso único, en una temporada se hizo un hueco en la historia del Nàstic, corazón, honradez, buen humor y sacrificio.

David Medina, otro polivalente, como medio centro transpiraba confianza y seguridad; el tarraconense Antonio Domínguez, era muy táctico y un gran defensor con un disparo impresionante. El valenciano Javi Ribelles, fue una pieza fundamental al equipo para ofrecer un equilibrio entre defensa y ataque. El senegalés Pappe Diop, fue la sensación después del descenso de Primera. Nacho Cantero, puso sobre el césped inteligencia y fuerza.

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1 comentarios :

Gracias D.Enric por tu mención.

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