martes, 1 de abril de 2014

Nàstic de Tarragona - CF Reus Deportiu
Salida de los equipos del partido de la primera vuelta.

Tomé prestado el título para este artículo de un espacio radiofónico que realicé y presenté la primera semana del mes de abril de 1976 a través de las ondas de Radio Tarragona La Voz del Mediterráneo (EAJ-33) para ambientar mi primer derby como periodista y narrador del partido. Creo recordar que el patrocinador era un comercio de moquetas y parquets de la calle Pere Martell (aún llamada Tercio de Montserrat).  Treinta y ocho años han transcurrido en los que solamente hemos podido vivir siete derbis en la capital del Baix Camp.

En las visitas a Reus, como también sucedía en los encuentros en Tarragona, a veces la pasión se convertía en un tsunami de incalculables dimensiones; aquellas estampas dantescas bien hubiesen merecido algún aguafuerte de Francisco de Goya. Imágenes que nos explicaron de manera gráfica nuestros antepasados, como la del señor Eusebi que de una bofetada le saltó el ojo de cristal al suelo...y todos a buscarlo. Hagamos un breve revaival. Los jugadores del Nàstic corriendo con la 'ropa de trabajo'  puesta del césped al autocar sin pasar por el vestuario, la guerra de paraguas entre las dos aficiones con un extenso parte de heridos (como en las últimas  manifestaciones de Madrid), un árbitro amenazado y humillado por los directivos en su vestuario (después señalaría dos penaltis contra el Nàstic), una comida entre directivas en el Hotel de Londres que acabó como el Rosario de la Aurora; una señora con el zapato de tacón persiguiendo a un linier (asistente, ahora)... Luego con la aparición del Trole las batallas se localizaban en torno a las paradas ya fueran organizadas por ganxets -en Reus, o por los Pelacanyes -en Tarraco; y pobres de los jugadores que osaron cambiar de camiseta, eran la diana de todos los improperios...Todo esto en blanco y negro, pues así se vestía, sin la aparición aún de todos los elementos de merchandaising que ahora le dan color al ambiente.

Con el tiempo la fauna futbolera se ha ido domesticando, llegó la educación y las buenas maneras a las gradas, se perdió la pasión, el insulto gracioso y el encanto; y se ganó en seny, convivencia y tranquilidad. No quiero aburrirles con más historias que con el tiempo se han convertido en leyendas y a veces las leyendas solamente son fábulas que se han trasmitido de padres a hijos rebozadas de ficción. Lo que quiero es darles datos (números) para que vean la conexión entre ambas entidades, la necesidad de retroalimentarse entre ambos clubes y los imputs de los que puede presumir cada afición. 

En Reus se han disputado 41 partidos de Liga con 9 triunfos del Nàstic, 15 empates y 17 derrotas, con 42 goles a favor y 53 en contra. En la temporada 1943-1944 surge la Tercera División, desde entonces el Nàstic siempre ha militado Categoría Nacional (el Reus vivió en Regional 15 temporadas) y con los rojinegros se han disputado (entre 3ª y 2ªB) 23 partidos con 7 victorias reusenses, 11 empates y 5 derrotas, y en goles hay empate a 18. El domingo dos jugadores jugaran con las camisetas cambiadas de su lugar de nacimiento: Socias (Reus) y Querol (Nàstic).

En las 23 temporadas en Categoria Nacional el Reus JAMÁS quedó clasificado por encima del Nàstic.  Nueve entrenadores compartieron los dos banquillos (Juncosa, García Ramos, Guerra, Castillejo, Anchisi, Bescós, Sicart, Irún y Rojas).  Un total de 110  jugadores han militado en ambos equipos (lo que en el Nàstic significa un 10 por ciento de todos los futbolistas alineados a lo largo de su historia).   Curioso que el Nàstic siempre fichó a sus buenos delanteros: Pérez, Murillo, Cantón, Puig, Carrio, Escoda y Oribe.

Según cifras aproximadas -en aquellos tiempos los tornos solamente los usaban los fresadores, la máxima asistencia en Reus fue en el viejo Estadi en octubre de 1960, empate a cero, ante cerca de 6.000 espectadores; en Tarragona fue en setiembre de 1962, el la Avingufa Catalunya con, según el libro de actas, 8.000 espectadores. Las mejores relaciones entre las directivas de ambos clubes fue durante los mandatos de Josep Maria Massó, Salvador Batlle y Ramón Alabart en las juntas rojinegras. En cuanto a arbitrajes polémicos cabe citar a Jaume Inglés, Pedro Español y Santiago López Cuadrado.

En la década de los sesenta los jugadores más recordados por la parroquia grana fueron la defens Epi-Benitez-Bulto, el central Roselló y el fino delantero Domingo; por contra los aficionados reusense recordaban en sus plegarias a Serer -por encima de todos, Ramón Llobet y Martín Echeverría.  Hay que felicitar a Josep María Andreu por la solución encontrada al tema del precio de las localidades (Llastarri puso precio de Champions) y esperar y desear que haya pasión pero que no se desborde.
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