miércoles, 23 de abril de 2014


Por que no se puede repetir esta imagen al final de la temporada?

Si 300 fueron los espartanos que se enfrentaron al ejército persa; si 500 fueron las noches que soñó Sabina con su amor; si 1.001 fueron las noches que nos cuentan los relatos orientas; si 2001 fue el año en que Kubrick  imaginó que se conquistaba el espacio; si 3.000 fueron los numantinos que derrotaron al potente ejército romano; si 5.000 fueron los antepasados que osaron enfrentarse al ejército invasor francés en la plaça de les Cols y el carrer Major; el domingo han de ser 8.000 los tarraconenses que se citen en el Nou Estadi para colaborar en la conquista de un objetivo: derrotar a los cachorros del Elx para disputar la fase de ascenso.

No valen excusas, el domingo el campo del Nàstic ha de teñirse de sangre grana con las bufandas al viento, con las banderas ondeando provocando la magia de una hermética simbiosis entre equipo y afición, con los corazones latiendo en grana. Deben de enronquecer las gargantas con los gritos de ánimo a los jugadores que cuando fallen las piernas, surja la fuerza del espíritu alentado por las voces de toda la infantería granate. El domingo todos tendremos alma de futbolista, todos llevaremos el brazalete de Xisco y los 115 años de historia del Club serán el bálsamo para aplacar los nervios y conseguir el objetivo. 

Las 8.000 voces han de formar un orfeón armónico para ser el colchón donde descanse la fe en el triunfo, que el seguidor, el socio, sea el artífice del primer gol antes de comenzar el partido. Se palpa en el ambiente que  'se puede', que 'se huele' el play-off, que 'se masca' la efemérides, la proeza, y a todos nos gusta ser testigos directos de los grandes hitos del equipo para luego contarlo a nuestros hijos.  Hay que formar al entorno del presi Josep María Andreu para hacer realidad un sueño, una quimera hace un par de meses, un desafío tan impensable como el récord conquistado por Felix Baugmarter, en caída libre. El Nou Estadi con 8.000 entusiastas, locos de fútbol, ha de temblar, ha de ser el talismán como siempre lo fue en las grandes tardes: Zamora, Ourense, Elx o Albacete. La afición confía en sus jugadores que darán hasta la última gota de su aliento para sumar los tres puntos, se sufrirá (es el sino de ser del Nàstic), pero se logrará.

Los 8.000, orgullosos de ser del Nàstic, desde las localidades de gol, de Preferente, desde la tribuna, al amparo de las Penyes o junto a los compañeros de localidad, cantemos el himno, animemos desde el minuto cero, pongamos toneladas de emoción durante noventa minutos para poder decir que fue un triunfo de 8.014 personas (las 14 son los jugadores, contando que haya tres cambios). No hay excusa, socio, aficionado, tarraconense de corazón, anoten en su agenda: Domingo, 17 horas, partido de fútbol Nàstic-Ilicitano, ASISTIRÉ.
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