jueves, 10 de abril de 2014

Temp. 1956-57, Navarro, Donato, Domingo, Llambric, Gil, Del Amo, Gascón (debajo) Grau, Roca,
Hoste, Pijoan y Fortuny.

La década de los cincuenta se inició con un agujero negro en las finanzas del Club de 2.600.000 pesetas y con el descenso del equipo a Segunda División, desde donde tres temporadas después se caería en la Tercera División, llegando a jugar tres promociones de ascenso. Los dirigentes granates Forés, Martí Pla, Llort y Rubio se vieron obligados a cambiar la cartera (vacía) por la cantera (llena). Así nos encontramos que en esta década se alinearon en el Gimnàstic 58 jugadores nacidos en la provincia y de los cuales 37 eran procedentes de la cantera (igual que ahora).

Recordemos algunos nombres de futbolistas que hicieron vibrar a nuestros padres o abuelos en la entrañable Avinguda Catalunya. Los porteros Echezarreta, elástico y espectacular; Domingo, sobrio y elegante (después regentaría una pastelería en Calafell); Juanito, un prodigio en palomitas que seria traspasado al Málaga por 175.000 pesetas; y Fonoll, internacional juvenil con un enorme futuro truncado por una lesión en un partido frente al Sants en setiembre de 1953 que le causaría la muerte.

Defensas como el serrallenc Miquel Gascón,por la izquierda, potente y duro; por la derecha el cambrilense Ramón Llobet, aguerrido y expeditivo, y en el eje el tarraconense Enric Aguilar, de espectacular juego aéreo; luego vendría el reusense Epi, lateral de recorrido o el central Llambric, un prodigio en la anticipación. Mención a parte para Antonio Fábregas, el pirata, defensa tarraconense curtido en el Español durante doce temporadas que regaló su gran calidad en el ocaso de su carrera. Sin olvdiar a Donato que se iría al Barça, pero donde no llegó a triunfar.

En la medular Avelino Menéndez, único jugador que ha jugado en Segunda División con los cuatro equipos de las capitales catalanas: Lleida, Girona, Sant Andreu i Nàstic; Josep Maria Fortuny, excelente repartidor de juego al que un accidente de moto dejó paraplégico cuando estaba a punto de fichar por el Castelló. Otro fino interior fue el gitano Jaume Carbonell, con una técnica depurada; y Lluis Nolla un medio de mucha brega apodado xut al pal' por que hacía más postes que goles. Del Barça llegó Salvador Hoste, reposado centrocampista;  Angel Suarez era un  hábil driblador que acabó su carrera deportiva en México ejerciendo como árbitro, llegando a internacional. Y José Antonio Segovia, el madrileño fue un privilegiado pelotero con mucha sabiduría.

Pero en aquellos años la línea que mejores frutos dio fue la delantera. Dani Solé, garantía de gol; Quico Fábregas que elaborada inverosímiles jugadas; el veterano Grau (ex del Sporting y Español) que era un killer del área a pesar de su corta estatura; y los buenos rematadores de cabeza Fernando Gil y Ortoll; sin olvidar las galopadas de Josep Panicot por la banda, los regates por el centro del rapitenc  Joan Beltri,  los disparos del vallense Joan Trilla, o los tiros directos de Tolo Roca.

Ellos junto a sus compañeros supieron alentar las ilusiones de una afición que se sentía herida en su amor propio al haber descendido a Segunda de manera tan vergonzosa. Fueron jugadores entregados cobrando sueldos modestos compaginando el fútbol con sus profesiones que iban desde pescadores a empleados de banca, maestros, comerciales o delineantes. ¡Que hermoso era aquel romántico fútbol¡
_____________________________________________________________________________


2 comentarios

Entrada molt interessant ... aquest equip és el que em va fer estimar el Nàstic, doncs un dels jugadors que menciones era el meu pare i unaltre el seu gran amic. Sempre Nàstic.

Reply

Jo encara no els anava a veure, però el meu pare em va explicar molts detalls dels jugadors...jo vaig començar anar al Nàstic la temporada 1961-62. Celebro que el trobis interessant...per cert qui era el teu pare?

Reply