jueves, 21 de julio de 2016

Cristian Lobato, el mejor del primer partido de pretemporada.

         En Tarragona durante la etapa veraniega no puede faltar ni el tinto de verano, ni la revetlla de Sant Joan, ni las noches de los Fuegos artificiales, ni el partido contra el Villarreal. Los amistosos de pretemporada ya no son lo que eran. En los sesenta hasta siete partidos se contabilizaban en l'Avinguda Catalunya; en los setenta y ochenta ya en el Nou Estadi cinco o seis tampoco podían faltar y los aficionados ávidos de fútbol acudían en masa. Ahora la bulimia futbolística hace que cada vez cueste más movilizar a los espectadores para acudir a los estadios.

        Sería estúpido analizar el primer partido de pretemporada, radiografiar a los nuevos fichajes y cotejar las mejoras de los jugadores del pasado ejercicio. El primer apunte en positivo es saber que no volveremos a sufrir el arbitraje de Medié Jiménez, porque en su condición de adscrito al Colegio Catalán no puede arbitrar al Nàstic.

         El partido frente al Villarreal, equipo de Champions y de los que mejor fútbol elaboran en la Liga BBVA, sirvió sin embargo para sacar una conclusión.  El juego que realiza el equipo continúa con la etiqueta Denominación de Origen Vicente Moreno. El Nàstic sigue en la línea de proponer un fútbol de ligas mayores, mucho toque en el centro del campo (hubo una jugada en el primer tiempo que los granas dieron más de veinte pases seguidos), inyectar velocidad por las bandas y sacar rendimiento a las segundas jugadas. El estilo propio, la personalidad sobre el tapete verde el Nàstic la seguirá teniendo. A pesar de que en el segundo tiempo con la inferioridad numérica hubiese que recurrir al plan B. 

       La plantilla está casi cerrada (puede haber entre tres o cuatro salidas) y llegará un delantero centro. Tal vez haya overbooking de jugadores de banda, pero alguno puede ser reciclable. De los jugadores que ya estaban sobresalió Cristian Lobato que estuvo espectacular, participativo, con movilidad y sacrificio. Juan Muñiz por fin apareció, jugador llamado a ser fundamental en acciones a balón parado. Y Jean-Luc comenzó la temporada mucho mejor que la acabara. 

      De los nuevos Kakabadze se mostró sólido en el lateral, con talento defensivo, pero no dispuso de acciones ofensivas. Zahibo empezó tímido pero luego se erigió en el músculo que le faltaba al equipo en la zona ancha, robó balones, dio pases y aseguró el juego aéreo. En la portería debutó Ondoa (primer meta de color de la historia grana) espectacular en varias acciones, vendido en el gol, pero tal vez con excesivos adornos. José Carlos demostró destreza con el recorte, buen regateador aunque debe colaborar más en defensa. 

      Un mes para que comience la Liga, el Nàstic debutará en el Nou Estadi, el domingo 21 a las 19 horas frente al Lugo de Luis César.
__________________________________________________________


Comentarios: