domingo, 19 de noviembre de 2017

Uche volvió a ser providencial para sumar los tres puntos.
  

   Si el héroe lusitano Viriato levantara la cabeza menuda bronca les iba a echar a los zagueros sorianos porque habían desprestigiado su recordada y heroica defensa numantina ante el contumaz asedio de las tropas del cónsul romano Quinto Máximo Serviliano. Y es que en Los Pajaritos el eje de la zaga rojilla cantó más de la cuenta y la verdadera muralla fue de origen romano

   Dice el refrán que nunca segundas partes fueron buenas, bien pues en vista del desarrollo del partido del Nàstic en tierras de Soria puede decirse que el aforismo hizo aguas. Los de Rodri cuajaron una discreta primera parte con un preciado botín, pero en la continuación pergeñaron un partido práctico y hábil, en el que se tomó la iniciativa, se puso más ahínco que el rival y sobre todo se cosió el fútbol a base de cohesión, anticipación y control defensivo.

   El Nàstic supo encauzar rápidamente el partido hacia aguas tranquilas con el gol de Manu y huir de las turbulencias de las aguas bravas donde el Numancia sabe navegar. El nuevo gol de Barreiro, pero en la portería equivocada, suscitó algo de zozobra porque se perdía el balón con facilidad y el centro del campo no podía direccionar al equipo.  El peligro de los sorianos era más bien un espejismo porque Dimitri no anduvo apurado.

  Tras el descanso el Nàstic reagrupó más y mejor al equipo, supo ganar las segundas jugadas y sobre todo los balones divididos. El Numancia se desnortó y quedó huérfano de profundidad. Los granas avisaron por medio de Uche en dos ocasiones y Tejera que mandó a la cruceta. El empate se veía sólido y estable. Los cambios empobrecieron a los numantinos mientras que a los del Nàstic le engrandecieron. Y a falta de dos minutos se pudo endulzar el trago amargo de la jornada anterior, Uche puso tres pinceladas de calidad en una misma jugada: robo, recorte y definición.

  Una jornada más se demuestra que la igualdad en la Liga 1,2,3 es absoluta. Fíjense en el detalle, pasada semana Lugo-Numancia (0-1), Nàstic-Oviedo (1-2), este fin de semana Valladolid-Oviedo (3-1) y Numancia-Nàstic (1-2).  Es de locos¡.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKI (8): Imponente por alto, no le forzaron en exceso pero transmite una enorme seguridad y confianza.
KAKABADZE (8):  Salvo alguna duda en tareas defensivas redondeó un gran partido con una jugada de ataque que podía haber firmado el propio Messi.
MOLINA (8): Aportó cordura en la zaga, se anticipó y luego como pivote demostró una enorme capacidad de trabajo bien hecho.
ABRAHAM (7): Vigiló bien las penetraciones por su banda, estuvo listo en anticipaciones, pudo participar menos en ataque.
SUZUKI (7): De central se siente más cómodo. Hizo un partido serio y no sufrió en el juego aéreo.
ZAHIBO (6): Le costó abarcar espacio y la tarjeta fue un lastre. Hizo una labor oscura pero eficaz.
TEJERA (7): Tardó en entrar al partido; gran segunda parte con un formidable tiro a la cruceta. Acabó bien fisicamente.
MESA (6):  Sufre en la banda porque participa poco del juego cuando se decantó más hacia el centro brilló y cobró protagonismo.
DELGADO (4): Su titularidad resulta un secreto mejor guardado que el del Triángulo de las Bermudas.
UCHE (8): Desequilibrante y básico en el esquema del Nàstic. Tiene un olfato de gol como pocos delanteros. 
MANU (9): Partido para enmarcar con el único lunar del gol en propia puerta. Una pesadilla para la defensa local. 
PERONE (6): No se complicó, jugó muy práctico y ofreció solvencia en la defensa, muy distinto al de la jornada anterior.
JAVI (6): Cerró la banda zurda de la defensa. Laboró más en el aspecto destructivo que en la penetración.
TETE (5). Pocos minutos, aportó aire fresco al centro del campo.
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