¿Qué es el fútbol?

18:42  

Ellos nunca fallan.

Confieso que cada día estoy más confuso sobre lo que el aficionado espera o desea del fútbol. El fútbol nació a mediados del siglo XIX como un juego que con los años se convirtió en un deporte que levantaba pasiones, luego la llegada de la televisión lo transformó en espectáculo pero ahora se nos ha transfigurado en un negocio especulativo. Cierto que la esencia ha variado poco pero el entorno lo ha fagocitado.

Cómo podemos razonar si un equipo ha hecho un buen partido?, que es lo que prevalece para muchos seguidores?, se puede decir que el Nàstic jugó muy bien en el Sadar y muy mal en Albacete y se ganaron los dos partidos?. Ahora con las redes sociales que pueden formar tendencia en un minuto hay que ser muy cauto a la hora de juzgar un partido.

Defender bien con orden, anticipación, contundencia y supremacía no debería ser jugar bien, si al final ganas?. En un encuentro el hacer un juego bonito (caños, sotanas, espuelas, goles de chilena) es secundario porque lo único que prevalece es sumar puntos. Imaginemos que el Albacete era una precisa bomba de relojería y que la misión del Nàstic era desactivarla; pues lo logró, anuló al rival y desde aquí comenzó a construir el punte hacia la victoria.

Los granas frente al Lorca y Alcorcón en casa o en el Molinón, no jugaron a nada porque no existió ni dibujo táctico, ni retoques sobre la marcha, ni estilo de juego. Pero poner en duda el triunfo en tierras manchegas me parece de una frivolidad enorme. Defender bien puede resultar tan básico como efectivo. Nano le ha aportado dos cualidades al equipo: lógica y confianza. 

El fútbol me sigue pareciendo un deporte maravilloso en el que todo suma desde las artimañas para perder tiempo, a los marcajes pegajosos, a los balones robados; claro que si trenzas jugadas vistosas y marcas goles de bandera miel sobre hojuelas. Ni el Barça, ni el Manchester, ni el Madrid, ni la Juve juegan siempre bien...porque entonces se lo exigimos al Nàstic.

PD.- Enhorabuena a la Peña Terres del Ebre por su primer aniversario, abrazo para los hermanos Monforte, un ejemplo a seguir. Una Peña que vibra y siente los colores de su Nàstic a cien kilómetros de distancia.