jueves, 14 de febrero de 2019

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El Ajax es un buen modelo en el que inspirarse para un buen trabajo piramidal.


Viendo el pasado miércoles el partidazo del Ajax frente al vigente campeón de Europa, el Real Madrid, me vino a la mente el Nàstic por encontrarse en las antípodas del concepto futbolístico del cuadro holandés. El cuadro de Amsterdam es una fábrica de jóvenes talentos que llegan al primer equipo y muchos de ellos al poco tiempo son traspasados. Juegan de memoria porque desde cadetes el sistema del club que dio a conocer a Johan Cruyff es mimético en todos los equipos. Ese es el gran secreto. En Alemania el Borussia también está en la misma onda, como el Arsenal en Inglaterra o el Athletic, Sporting, Villarreal o Eibar lo son en nuestro país.

En el Nàstic es imposible que el filial o el juvenil juegue como el primer equipo porque no existe un proyecto que contenga un libro de estilo. El sistema varia en función del técnico (ocho en tres temporadas), de los futbolistas (64 en dos temporadas). Si existiera una filosofía única casos como el de Salva, Viti o Brugui serían más frecuentes además de adaptarse con mayor facilidad al tener memorizados los mecanismos del sistema.

Pongamos el ejemplo del Reus, un caos directivo y económico pero una maravilla sobre el césped; un director deportivo (Sergi Parés) listo, inteligente, cauto y adivinador en los fichajes, un sistema de juego impulsado por Nacho González, seguido por Aritz y continuado por Xavi Bartolo. El Nàstic una maravilla en la gestión económica y un caos sobre el césped donde la improvisación, las dudas, los desaciertos y la falta de proyecto le ha puesto a los pies del fracaso en las tres últimas temporadas.

Al margen de lograr o no la salvación hay que apostar por un modelo único de la base al primer equipo pasando por el filial, consolidar un excelente director deportivo rodeado de un buen equipo y rastrear el mercado de jugadores para encontrar aquellos que sean más afines al sistema que quiera aplicar el entrenador fichado previamente en consenso con los miembros de la comisión deportiva.

Luego tocará vender el proyecto a la afición anteponiendo la paciencia al desespero y explicando que llevará un tiempo engrasar la maquinaria para lograr el objetivo. Sin proyecto y sin estilo no habrá futuro.
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1 comentarios :

Sé que el meu comentari es extemporani però jo no hauria fet fora Gordillo. Que hauríem baixat? Sí. Però també ho farem ara. La diferència és que ell tenia clar que s'havia de començar un projecte pràcticament de zero amb molt camí que recòrrer. Era un home de club i estic convençut que tot i el descens s'hauria quedat per seguir posant les bases i fonaments d'allò que havia de ser un Nàstic de futur. Amb Quique Martín nno succeïrà així. Quan descendim marxarà (no el culpo. És normal) i haurem de tornar a començar

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