martes, 1 de noviembre de 2022

 


Josema que sabe poner el candado al eje de la zaga grana.

Se llama José Manuel Gómez Meneses y el próximo mes cumple 31 años; es madrileño, se le conoce como Josema y desde su metro noventa y cuatro otea la llegada de los delanteros desde el centro de la defensa grana. No es excesivamente rápido, no le caracteriza sus dotes técnicas, pero ejerce de soldado de infantería con rigor, sencillez, experiencia y conocedor de sus limitaciones, algo que muchos jugadores no saben hacer.

Josema estaría en el perfil de los futbolistas nómadas ya que desde su debut en la AD Guadalajara ha pisado los campos del  AD Alcorcón, AD Torrejón, CP Villarrobledo,  CD Castellón, Atlético Albacete, CD Zamora, CF Mancha Real, Mérida AD y CD Linares antes de aterrizar en el Nou Estadi.  Muchos años en el futbol del barro le han permitido curtirse, atesorar veteranía y sobre todo ser un central sólido.

En el Nàstic de inicio ofreció un perfil bajo pero con el paso de las semanas y cuando su trabajo se vio recompensado con la titularidad supo aprovechar la oportunidad y mostró una versión como la ofrecida durante su estancia en el Linares pero ahora defendiendo los colores de un equipo de mayores aspiraciones.

Reconozco que en la pretemporada tuve mis dudas sobre  Josema, en especial porque le cogían la espalda con facilidad, pero ya en el once se ha transformado, sigue siendo un jugador de equipo pero no pierde la posición, tiene buena anticipación, se impone en el juego aéreo, posee buena lectura de las jugadas y además es un peligro a balón parado en las jugadas de ataque.

El madrileño es un jugador disciplinado, práctico, humilde, trabajador y verdadero; que no todo en el futbol han de ser rabonas, taconazos, chilenas, boleas o sotanas. Han de existir los arquitectos pero sin albañiles no se hubiese construido la Sagrada Familia.

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