miércoles, 21 de junio de 2023


La SD Amorebieta celebrando el regreso a Segunda.

El invento de José Luis Rubiales de la 1ª RFEF aprobada de forma trapera aprovechándose de la COVID19, después de disputarse su segunda temporada ha mostrado dos caras, la competitiva (las luces), la económica (las sombras). En lo deportivo la nueva categoría ha quedado lejos del nivel de la caducada Segunda B  acercándose mas al ritmo y condición de la liga SmartBank; en el apartado económico es una absoluta ruina (el Nàstic en dos ejercicios acumula tres millones trescientos mil euros de déficit) en la que los clubs de no disponer de inversiones de capital externo están abocados a firmar su acta de defunción.

En lo deportivo los fichajes han sido un despropósito con fichas de 200.000 a 100.000 euros en bastantes equipos exceptuando los filiales que las cantidades se multiplican por tres, cuatro o cinco. Desde la RFEF se ha trabajado muy poco para lograr un naming que pudiera ser una fuente de ingresos para los clubs. Esta temporada cada equipo recibió de aportación federativa 330.000 euros, en el caso de un equipo del grupo primero no le sirvió ni para poder pagar dos de sus fichas.

En el tema de las plataformas televisivas otro gran fracaso desde Las Rozas, Footters quebró ante la pasividad federativa y tampoco solventó la papeleta InSport. Para la próxima temporada parece que Mediaset podría estar interesa con un pago de solo 8 millones de euros.  Cierto que mejoraría la calidad de imagen y comentaristas pero seguiría sin poder ayudar a las entidades participantes con aportaciones serias.

He tenido la oportunidad de presenciar muchos partidos de la categoría y hubo un grupo de equipos que desplegaban un futbol atrevido, bien ligado, con individualidades que sobresalían y atrevimiento táctico. Equipos que dejaron un alto nivel como Racing de Ferrol, Amorebieta, Alcorcón, Celta B, R. Sociedad B, Barça Athletic o Madrid-Castilla.  Otros como Eldense, Murcia, Castellón, San Fernando o SD Logroñés, fueron en parte revelación. Las decepciones Algeciras, Nàstic, Numancia, Intercity, Athletic B o Atlético Baleares. 

Ahora los clubs tendrán la palabra para dividir la piel de toro para repartir los equipos y exigir a la RFEF que obligue a auditar a todos los clubes y que impida que los filiales pueden competir en la categoría. El domingo cuando conozcamos a los 40 equipos el segundo capítulo.

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