lunes, 8 de abril de 2024

 


Santi Coch ejemplo de amor a unos colores.

En un partido, no recuerdo cual, de la temporada 1979/80 en la crónica que escribí en Diario Español, puntué a Santi Coch con un 2 (sobre diez), y el martes por la noche me llamó a casa (los diarios locales no salían los lunes) al teléfono fijo porque no existían aun los móviles y con sólo 19 años me pidió explicaciones por la nota tan baja. Me dejó descolocado, pero al colgar pensé, este tío triunfará por el amor propio y la seguridad que tiene en si mismo.

Luego hicimos una saludable amistad con él y con sus hermanos Enric y Ramón. Les voy a confesar que en toda mi dilatada carrera periodística (mas de medio siglo) ha habido dos persones que me han enseñado mucho sobre el futbol, han ejercido un enorme magisterio y son los dos Santiago, Coch y Palanca. Verdadera sabiduría futbolera y siempre dispuestos para el buen consejo.

He tenido la oportunidad de haber presenciado mas de 400 partidos de los 528 que disputó con la camiseta granate. Santi, perdóname amigo, técnicamente era limitado, el medio campo ofensivo era territorio comanche para Coch, pero en la parcela defensiva Santi era descomunal, impresionante, inexpugnable, ya con la mirada fundía a su marcador, con la primera entrada el rival se encogía y en el cuerpo a cuerpo el oponente sacaba bandera blanca; disponía de potencia, buen salto, era muy contundente y no daba concesiones. 

Al principio para entrenar sumaba 120 kilómetros diarios entre Vimbodí y Tarragona; recuerdo que en los desplazamientos al norte, el autocar del equipo se paraba en la Autopista a la salida de Montblanc y allí esperaban los Coch para ahorrarse el bajar hasta Tarragona. Sobre el césped tenía dotes de mando y sabía presionar a los árbitros. Y algo que ahora ya no sucede tanto, le costaba digerir las derrotas.

Como persona Santi es humilde, sencillo, amigo de sus amigos, y no conoce el rencor (y ha tenido ocasiones para exteriorizarlo). Desde que asisto a los partidos del Nàstic (cuenten desde 1962), el lateral zurdo ha tenido propietarios longevos y queridos por la afición (Gracia, Lolín, Pani, Mingo, Mossa, Joan Oriol), pero ninguno ha significado todo lo que supone Santi Coch.

Una puerta grande con el 8, es un reconocimiento que por fin llegó, tarde, pero se hizo realidad. Un reconocimiento extensivo a su abuelo Castillo (portero del Murcia), su padre, una bellísima persona, sus hermanos Ramón y Enric, sus hermanas, su esposa Carmen, sus hijos Adriá, Denis y Joel, y sus nietos. Gracias Santi por haber escrito con letras de oro tantas páginas de la historia del Nàstic. Ah¡ y gracias por llamarme por teléfono para demostrar tu enorme personalidad. 

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2 comentarios

En ningún sitio...vi. Anunciado....hora homenaje

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Tuve la suerte de enfrentarme contra el varias veces demostrando su profesionalidad y respeto al club que a defendido durante tantos partidos, enhorabuena Santi ⚽👍

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