domingo, 19 de abril de 2015

   

   El nuevo Pepico Amat, el antiguo era una verdadera ratonera, lo se por experiencia.

       Las previsiones futbolísticas del fin de semana anunciaban que habría Huracán en Torrent y sin embargo solamente sopló una ligera brisa en dirección a Elx, el empate produjo sorpresa (tal vez llegó hasta el campo valenciano algún maletín procedente del Rico Pérez) y dejaba al Nàstic con la posibilidad de certificar el campeonato. El verdadero e inesperado huracán sopló sobre el Pepico Amat de Elda. El equipo azulgrana ha sido el único capaz de endosarle tres goles al Nàstic en lo que va de Liga, en un partido con expulsiones (dos para el Nàstic, el gato Adolfo Baines y el samurai Marcos) y con el cuadro local luchando por salvarse del descenso que sería la única manera de poder cobrar las tres mensualidades -que de momento, les adeudan el club.

     El partido comenzó bien, gol de Rayco (lleva doce) y Manolo Reina que dejaba la imbatibilidad en 445 minutos, una cifra muy considerable. Pero los goles al filo del descanso suelen transformar los partidos, y en la segunda parte la expulsión de Marcos y jugar más de treinta minutos con diez fueron demasiado lastre y para colmo cometer un penalti que casi sentenciaba el marcador. El gol de Azkorra tiene una lectura positiva, Gorka necesitaba reencontrarse con el gol (des del partido de la jornada 13, frente al Zaragoza no anotaba), claro que tampoco se le pueden pedir milagros a un delantero que ha aparecido en cuentagotas.

      Me sorprende el desánimo escuchado o leído en algunos comentarios catastrofistas y cenizos, tal como Jordi Bargalló (comentarista de Tarragona Radio) decía en un tweet, '77 equipos de Segunda B se cambiarían ahora mismo por la situación del Nàstic en la tabla'. El equipo de Vicente Moreno se marchó de Elda con el mismo objetivo que tenía al llegar, 'si se gana el domingo se rubrica el campeonato'.  Para mí presentaba más dificultades la victoria en Elda que el triunfo ante el Huracán valenciano, el domingo veremos si estaba en lo cierto.

   Era la quinta visita que se realizaba a Elda y ninguna victoria, y el único empate sin goles se produjo en el campo del Pinoso al tener, el Eldense el viejo Pepico Amat clausurado por tres partidos. Ahora toca vivir un ensayo general del play off, el domingo a las cinco de la tarde, y es que con 12.000 personas en las gradas se puede lograr matemáticamente el segundo título de campeón de la Segunda B.
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