domingo, 28 de junio de 2015



Celebración del ascenso. (Foto de Laura Saball)


     La proeza se hizo realidad después de 120 minutos de juego igualado y una angustiosa tanda de penaltis. La Pobla logró inscribir su nombre en la historia porque por vez primera el equipo madre (Nàstic) y su filial (Pobla) logran ascender la misma temporada. Y se hizo ante un gran equipo con una propuesta de juego arriesgada y con una filosofía en la que prima el balón por encima de todo; y se hizo sufriendo más de la cuenta en especial durante el primer tiempo porque costaba generar juego por el temor y responsabilidad de los locales, los laterales padecían la presión del Gerena y no podían culminar las jugadas,  además la linea de tres centrales sevillanos abortaba todos los intentos atacantes (por cierto porque los jugadores de la Pobla son tan remisos a tirara portería?).

     La insistencia que desde los medios de comunicación y las redes sociales se proyectaba sobre la importancia de la oportunidad única de lograr el ascenso que ya se perdió hace tres temporadas en Yecla en el lanzamiento de penaltis, generó un halo de ansiedad, de taquicardia en los jugadores de la Pobla que se hizo muy evidente en el primer tiempo. Además Abel Rita pudo sentenciar la eliminatoria pero ayer estuvo peleado con el gol.

        En la segunda parte los de Martín Pose gozaron de más ocasiones, tuvieron más posesión y alargando el partido apretaron el reostato de los gerenenses que llegaron a los minutos finales escasos de fuerzas. De hecho quizás fuera demasiado premio la prórroga para los andaluces y llegar a los penaltis un inmerecido regalo. Pero al final se hizo justicia.

    Y ahora explico el enigma del título del artículo; cuando el partido parecía que moriría en la orilla y se ahogarían las ilusiones locales apareció por dos veces la V; a falta de veinte minutos la V de la cabeza de oro de Vadillo y en la tanda de penaltis la V de Varo largando un disparo a la izquierda de su homónimo y alargando la mano de dios para detener un penalti. La gloria ya se podía tocar con los dedos. 

     La Pobla es un equipo con duende, con defectos propios de la inmadurez de jugadores muy jóvenes, pero tiene un estilo propio (el Gerena también y justo es reconocerlo), un instinto primario de rasear el balón como decía don Alfredo Distefano, 'el balón está hecho de cuero, el cuero viene de la vaca,  la vaca como pasto, así que hay que echar el balón al pasto' (hoy con lo de la hierba artificial la frase se complica). 

   A parte de los mencionados Varo y Vadillo, ayer Kike Tortosa y Alfons Serra fueron el corazón del equipo aparecieron cuando se los necesitó y controlaron el partido. Mia y Marcelo con menos vocación ofensiva y el segundo aguantando con una amarilla del primer tiempo; los centrales Joaqui y Denis sin complejos no dejándose engañar con la movilidad de los puntas visitantes.  Trabajo de desgaste de Gabi y de los menos habituales Miravent y Gil. Alvaro y Gesti refrescaron al equipo que buena falta le hacía. 

   Ahora toca celebrarlo, creérselo y pensar en la próxima temporada para enfrentarse a rivales de tanto pedigree como el Hércules, Lleida, Barça B, Sabadell o Alcoiano...ah¡ y también tocará jugar contra el Reus D.
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