jueves, 23 de julio de 2015


El once inicial del Villarreal en el Nou Estadi.

       En esta época del año hay tradiciones que perduran, que no se agotan, como el tinto de verano, la canción del verano o el Villarreal cada verano en el Nou Estadi en la pretemporada. Noche sofocante (unos 38 grados de sensación térmica sobre el césped), poco rodaje (ambos equipos llevan ocho días ejercitándose) y dos onces distintos para cada parte, son circunstancias atenuantes para justificar que se viera más intención que fútbol.

        El submarino amarillo que competirá en Europa formó con todos sus jugadores (Areola, portero del Bastia; el marfileño Bailly, que se lesionaría en el inicio, el experico Víctor Ruíz; la gran apuesta, el malagueño Samu Castillejo, la perla castellonense, el joven Gerard que anotó 16 goles el pasado campeonato y el ulldeconense Aleix Garcia). A estos añadan al ex del Rayo, Baptistao, al consolidado Mario y al manchego Pina. Un lujo de equipo.

        Los partidos preparatorios deben de servir al cuerpo técnico para ajustar los sistemas, para perfilar las posiciones y para ensamblar las nuevas adquisiciones con los jugadores que ya están en la plantilla. A mi los encuentros de pretemporada me deparan sensaciones, positivas o negativas, me suelo quedar con los detalles,  las actitudes y a veces con el descaro cuando delante tienes a un equipo de superior categoría.

     El Nàstic de la primera mitad me transmitió buenas sensaciones; se mantuvo el sello personal de la pasada temporada (salida con el balón jugado, aprovechamiento de las bandas, presión en el centro del cambo y mucha posesión del esférico). Los de Vicente Moreno lograron superar las dos líneas de cuatro amarillas y llevar peligro.

       En la segunda parte y con el gol de Marcos a los dos minutos en un penalti cometido sobre Rayco, el Nàstic perdió el mando en la zona ancha y sufrió en la recuperación de la pelota. El Villarreal sacó el oficio y los granates anduvieron demasiados minutos tras el balón. Otro penalty transformado por Triguero puso, a veinte minutos para el final, las tablas que ya no se moverían.

     De las novedades excelente Moussa (el mejor de los locales), media hora de Tejera, la facilidad de pase del israelí Gal Arael, la contundencia de Fali, las intenciones de Xisco H (aunque no estuviese muy afortunado)  y muy verde a José Naranjo (al menos por lo visto ayer); por precaución no jugaron ni Bouzón ni Palanca.

     De los conocidos muy bien Jordi Calavera y Jean Luc en la banda derecha, Rocha generando fútbol y Rayco con gran movilidad. El resto en su línea. Sería incorrecto ejercer un juicio individualizado en el primer partido de la pretemporada. Un consejo si me atrevo a darles brinden con un tinto del verano porque éste Nàstic (el del primer tiempo) envía buenas vibraciones.
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