El Niño

18:36  

 

Jordi Calavera, uno de los futbolistas granas con más futuro.

         El Niño es una película de Daniel Monzón que causó sorpresa e impacto con su estreno en 2014, siendo nominada a 14 premios Goya de los que se llevó 4; El Niño también es un fenómeno climático que aparece cada cuatro o cinco años en las costas del Pacífico Oriental; pero en el Nàstic El Niño que ha aparecido como un fenómeno que está llamado a triunfar en el fútbol se llama Jordi Calavera, es de Cabra del Camp y tiene 20 años.

        La historia nos dice que la cantera del Nàstic ha trabajado poco y mal durante muchos años, pero desde hace algunas temporadas el proyecto tiene cimientos y estructura. Jugadores cotizados ahora como el portero Casilla o el centro campista Sergio Roberto, estuvieron en los equipos inferiores granas pero les dejaron ir, pero de hecho solamente Ramis y Vizcaíno llegaron a la cima. Cierto que en el último lustro el Nàstic sacó una buena hornada de defensas: Fran Velez (Almeria), Sergio Juste (Barça B) o Alberto Benito (Sporting B) pero les les entró la prisa por volar y solamente al primero le fueron bien las cosas. 

       Ahora el Nàstic puede presumir de tener dos joyas guardadas en la caja fuerte y a las que está intentando blindar, el portero Albert Varo y el lateral Jordi Calavera. El trabajo en el fútbol base desde la llegada de Emilio Viqueira y José Luis Deus ha orientado sus objetivos a buscar la rentabilidad al proyecto, porque de eso se trata, de fabricar futbolistas para abastecer al primer equipo. El futuro de los equipos para poder subsistir pasa por el trabajo en la cantera.

    El protagonista de este artículo Jordi Calavera es un diamante en bruto; un defensa polivalente muy completo. No ya por el maravilloso gol del pasado domingo ante el Athletic B, sino por su progresiva trayectoria las dos últimas temporadas. Lateral derecho moldeado en División de Honor de Juveniles, Tercera División y Segunda B (la cesión al Olot le fue muy bien) Jordi sabe interpretar cada momento del partido. Es un jugador muy maduro y con una mentalidad fuerte. En el césped toma casi siempre la decisión acertada y asume la responsabilidad de un veterano.

      Buen marcador, tiene sentido de la anticipación, combina bien en corto, sabe profundizar por su carril y cuando puede buscar la diagonal para probar el disparo lo hace (si la memoria no me falla en los partidos disputados lo ensayó tres veces con un acierto). En el uno contra uno hace valer su velocidad y genera buenos centros. Con su 1,76 m., tiene buen salto y además ha aprendido a tener más contundencia e intimidar al rival.  Pero debe evitar los riesgos en los balones en el área donde a veces se recrea demasiado y puede tener consecuencias letales.

    A Jordi le toca seguir trabajando desde la humildad, buscando su horizonte futbolístico sin agobio, sin desespero, que como dice el tango de Gardel 'veinte años no son nada'.

_________________________________________________________________