El partido de los JJ.MM

23:22  

 

      El partido del sábado presenta el aliciente de ver en acción a dos equipos cuyas ciudades tienen el común los Juegos del Mediterráneo. El pasado es Almería que fue sede de la XV edición en el 20, el futuro es Tarragona que lo será de la XVIII edición en 2017, el presente será el encuentro que enfrenta a un recién venido de la Primera División que es el último clasificado frente a un recién aterrizado de la Segunda B que es tercero.

       Sin obsesiones, pero el Nàstic puede dormir el sábado como líder de la Liga Adelante si logra la victoria frente al cuadro andaluz. La magia del fútbol ofrece éstas sorpresas. El equipo de Vicente Moreno se adaptó rápido a las exigencias de la Segunda División porque confió en el bloque de un conjunto con dinámica ganadora y ha sabido rellenar las necesidades en el once titular con jugadores experimentados. 

      Hoy en día el fútbol son propuestas, saber a que juega cada equipo, procurar eludir los experimentos y basar la filosofía del juego en el equilibrio y sobre todo en la personalidad del conjunto. En el fútbol actual donde todo se sabe del rival la táctica o el sistema y sus variantes son una incidencia más en el juego pero no es el factor determinante.

     El Nàstic en 15 jornadas ya acumula 25 puntos, un promedio de play off de ascenso que no ha sido logrado por el azar o la fortuna, sino por una propuesta clara por el fútbol de buen gusto, de trazo claro y de cohesión colectiva. No se yo si la mayoría de aficionados granates son consciente de la oferta de calidad que ofrece el equipo, creo que desde algunos sectores de seguidores no se valora como cabría esperar el modelo futbolístico que ejerce el Nàstic, especialmente, en los partidos del Nou Estadi. 

     El sábado toca hacer el esfuerzo de acudir al campo en un horario incómodo (cenar antes o después del partido, esa es la cuestión) alentar a los jugadores y, sobre todo, no olvidarse que no hace tanto tiempo desfilaban por el Nou Estadi el Binisalem, El Prat, el Cornellá o el Constancia. 

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