domingo, 15 de abril de 2018

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Suzuki, Tejera y Kakabadze rodeando a Aaron Ñiguez

Partido raro, extraño ayer en el Carlos Tartiere. Un Oviedo que salió al campo de funcionario (trabajar poco) para llevarse el botín de los tres puntos y un Nàstic que tuvo durante todo el partido una bajada de tensión que le hizo perder balones (uno generó el único gol del partido), protestar en demasía al colegiado y delante entretenerse tanto que a los centrales les daba tiempo de recuperar la posición.  Tal vez con una metáfora lo entiendan mejor. Estás en el salón de tu casa con las luces encendidas, la TV abierta y a los veinte minutos se produce una bajada de tensión y la habitación queda en semi penumbra hasta el descuento en que vuelve la luz. Eso le pasó al Nàstic en la vieja Vetusta.

En la capital asturiana el centrocampismo se torno en centrocuentismo, ya que no se obtuvo ninguna ventaja ante un rival que siendo generosos podríamos calificar de discreto. En defensa de un descuido grave (pérdida de balón de Kakabadze y poco reflejos en seguir la jugada) vino el único gol del partido; pero a partir de ahí ya costó mucho elaborar, generar peligro por las bandas y aprovechar a Álvaro ayer más vigilado que el master de Cifuentes. Tal vez el error fue pensar que secando a Fabrinni los de Anquela quedarían desconectados, pero el viejo zorro Toché hizo una jugada de pillo y Saúl Abejón picoteó el tanto en el área grana.

El Nàstic optó por romper el partido; quebrar el juego ovetense y aprovechar una brecha en la sólida defensa de cuatro que solamente sucedió una vez la que Álvaro envió ligeramente alto. El partido fue más aburrido que ver La ruleta de la Fortuna y el único milagro que podía producirse a través de un pacto entre la Virgen de Covadonga y Santa Tecla era un gol a balón parado de la zurda de un Sportingista como Muñiz, casi pero no fue.

Supongo que si las dosis de carácter, de genio, de garra y de arrebato que se les pide a los jugadores se pudieran comprar Promosport ya lo hubiera hecho, pero el pedigrí va con el ADN de cada futbolista. Para ganar, ya no digo convencer, en la Liga 123 es menester ponerle más pinceladas de juego, abrir el tarro del fútbol para aromatizar el partido. Y acabo con otro símil, si nos refiriéramos a las gallinas podríamos asegurar que se trataba de una cuestión de huevos.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

DIMITRIEVSKI (8): Cuatro buenas intervenciones, una de categoría. Vendido en el gol. Sigue siendo el portero que más para del fútbol profesional.
KAKABADZE (4): No hizo un mal partido aunque sigue siendo muy chupón; pero el error en el gol le penaliza mucho.
JAVI (5): Cuando marchó de su habitat natural dejó mucho espacio; bien en ataque pero mal en la resolución de la jugada.
SUZUKI (5): Cumplió, no se complicó pero sigue siendo blando y faltó de contundencia supongo que va con su manera de ser.
ARZO (6): Injustamente expulsado. Atrás enseño su experiencia, le faltó sacar mejor el balón jugado.
TEJERA (5): No se le vio cómodo, falló entregas y no supo erigirse en el hacedor del juego en el medio campo. Acelerado en algunas jugadas.
FALI (5): No fue de sus mejores días corrió sin balón pero pudo participar poco en el fútbol. A raíz del gol su juego fue muy apresurado.
TETE  (4): No supo ensanchar el campo, demasiada tendencia a irse al centro, desbarajustado y poco insistente.
JEAN-LUC (4): Se le vio más en tareas de destrucción que penetrando por la banda.  Sin opción para el desborde.
MESA  (6): Mejorado, apareció más, intentó el disparo y trabajó con pericia. Se fue menguando en el segundo tiempo.
ALVARO (6): Se ingenió un par de asistencias que sus compañeros no entendieron. Tuvo la mejor ocasión del partido. Muy exigido por la pareja de centrales.
MUÑIZ (4): Una falta a balón parado es muy poco bagaje, salió muy acelerado y el partido necesitaba pausa.
MANU (4): No se le vio; la suplencia le ha minado la moral. Debió de crearles dudas a los centrales y no lo logró.
MARQUEZ (-): Sin minutos.

NANO (4): Nada que objetar al once inicial. La faltó cintura para corregir posiciones a raíz del gol. En los cambios tardó y tal vez necesitaba velocidad en las bandas. Y jugar con Manu y Álvaro de momento no funciona.

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