Mucha constancia y una pizca de épica

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Sadik dio los tres puntos al Nàstic.

El futbol es un deporte poliédrico donde en cada partido se conjugan un sinfín de caras para dibujar su perfil. No es un juego perfecto y son las imperfecciones las que suelen dictar sentencia al término de los 90 minutos o 95 en el caso del encuentro frente al Albacete. El Nàstic perseveró intensamente en una virtud, la constancia; la constancia llamó a la intensidad; la intensidad se transformó en vehemencia; la vehemencia se vistió de ímpetu; y el ímpetu se trocó en épica: penalti en el 93, Sadik (sí, el hombre que vino del frío) anota en el 94 y el ucraniano Zouzulia estrella el balón en el larguero en el 95.

El partido pasará a la historia de los finales de infarto, solamente serán tres puntos pero con un dejo muy dulce, muy azucarado no apto para los que somos diabéticos. No olvidemos que el equipo de Ramis de ganar hubiera dormido en plaza de ascenso directo. Se volvió a apostar por los tres centrales y dos laterales con disfraz de extremo pero el sábado con vocación más ofensiva y tirando diagonales. Surtió efecto porque el Nàstic estuvo con más mesura y sensatez atrás y los puntas orillaron con mayor vigor las bandas.

Los números de la posesión decantaron un 48% a los granas espoleados por un trío en el centro del campo que asumió unos roles muy perfilados: Imanol (tapar), Viti (crear) y Thiounne (filtrar), arriba el dibujo se diluía a pesar del quehacer de Luis Suarez y Kanté  que dispusieron de escasas coyunturas favorables para el remate. El Nàstic, en especial en el segundo tiempo, se agigantó más que el rival, entonces pudo pergeñar más ocasiones de gol (Noguera, Suárez, Kanté) y demostrar que lo ecuánime era el triunfo local.

Tanta constancia sobre el césped merecía premio y llegó en los minutos de la épica cuando todo el equipo como el Séptimo de Caballería iba al ataque a encontrar la razón de la equidad y llegaría el penalti que en pleno descuento apretaba el corazón de los aficionados que aun permanecían en las gradas al ver al finlandés Sadik coger el balón y situarlo en el punto de penalti (una imagen dos temporadas atrás se había repetido en la misma porteria con Jonán (UCAM) al lanzamiento y Reina (Nàstic) bajo los palos), el ariete engañó a Tomeu Nadal y ponía al Nàstic por delante. Quedaba un minuto y la épica siguió sobre la cancha porque Zuzoulia en el último suspiro estrelló el balón en el travesaño.

La victoria además de sumar tres puntos resultó una transfusión de optimismo y esperanza porque este Nàstic no estaba muerto...estaba tomando cañas, lerelele.

Puntuación del 1 al 10

BERNABÉ (6): Partido plácido para el sevillano, intervino poco y cuando lo hizo estuvo seguro; irregular en los saques largos. 

NOGUERA (8): Impecable atrás, con mando y criterio. Remató dos veces, la segunda que atajó Tomeu le faltó un poco de diagonal al remate.

MIKEL (5): El ucraniano Zouzulia fue un quebradero de cabeza, estuvo demasiado blando y se le anticipó en un par de jugadas.

FALI (6): No se complicó la vida y fue práctico; se tomó escasas licencias en la creación de juego. Le puso intensidad al partido.

ABRAHAM (6): Bien buscando las diagonales, pero a veces ofuscado en el driblin y desperdició algunos centros. 

PIPA (7): Infatigable, porfió en penetrar por la banda una y otra vez, logró ofrecer buenos centros. Desigual a balón parado; a veces empecinado en driblar contrarios.

VITI (8): Su mejor partido en el Nàstic; templó el juego y asistió a sus compañeros con pases precisos. Supo aguantar el balón con inteligencia.

THIOUNE (7): Criterio en el juego, abrió espacios y supo oxigenar al partido; algo acelerado en alguna jugada.

IMANOL (7): Desatascador en el centro del campo, cerró espacios y siempre estuvo dispuesto en las ayudas.

LUIS SUÁREZ (7): Remató dos veces con marchamo de gol; se le muy activo pero en el segundo tiempo estuvo decreciente.

KANTÉ (6): Menos brillante que en otros partidos, en alguna jugada le pudo la ansia, se movió con rapidez pero pudo ensayar muy poco el disparo.

COTAN (6): Aportó serenidad y fue una pieza importante de enlace con los delanteros. Puso fuerza sobre el césped.

SADIK (7): Mejoró con respecto a partidos anteriores. Mucho mérito el asumir la responsabilidad del lanzamiento del penalti en el descuento. Lo tiró de forma impecable.

UCHE (.): Sin minutos.

ENRIQUE MARTÍN (6): Volvió al 3-5-2 (con matices) y le dio resultado. Estuvo lento en los cambios y el tercero, Uche a falta de tres minutos no lo entendí.

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