miércoles, 13 de marzo de 2019

Imagen relacionada

Antoni Vallverdú en una reunión del Consejo de la SAD del Nàstic con el actual presidente Josep Maria Andreu, el consejero Jordi Virgili y el Director General, Lluis Fábregas.

Nuestras vidas son los ríos que van a dar al mar que es el morir, que escribió Jorge Manrique en las Coplas a la Muerte de su Padre. Un rio que ha dejado de fluir ha sido el de Antonio Vallverdú Llauradó que a los 83 años ha desembocado en el mar. Su triángulo en la vida fue Familia-Banca-Nàstic y al club de sus amores le regaló doce años de presidencia y ayudó a salvarlo del naufragio en febrero de 1986.

En el umbral del centenario del Club Gimnàstic éste se hallaba inmerso en una deuda de casi 550.000 euros y con una cola de acreedores desde particulares a administraciones. La desaparición de la sección de futbol parecía sentenciada, pero ahí surgió Antonio Vallverdú que al frente de una gestora se puso a dirigir el futbol grana hasta que en enero de 1987, con la dimisión de Joaquim Pons, Vallverdú pasó ya a ser el presidente del club y nombró a Ramón Sicart al frente de la sección de futbol.

Vallverdú de talante dialogante, buen negociador y hábil en la relación con los futbolistas cogió el timón durante doce años. Logró potenciar las secciones en especial el basquet en el que el equipo senior femenino militó en división de honor dirigido por Ramón Folch (padre del jugador del Real Oviedo), también el Tenis de Mesa experimentó un crecimiento espectacular (Vallverdú había practicado el ping pog), el Atletismo vivió una época dorada y la sección de Tenis disfrutó de un auge añorado en la actualidad.

Tuve una estrecha y buena relación con Antoni Vallverdú, discutimos pero desde el respeto, sabía dejarse aconsejar y era un feroz defensor de la economía grana. A parte de haber sido el salvavidas del Nàstic a inicios de 1986, tuvo dos intervenciones vitales para el crecimiento y fortalecimiento del club: la construcción del Pabellón en 1993 que supondría una inversión de un millón de euros y al año siguiente la venta del Nou Estadi a l'Ajuntament para enjugar la deuda existe y que el consistorio compraría por un millón trescientos mil euros.

Dos puntos de su programa le quedaron por hacer: la creación de la Fundación Nàstic y el aumento de la masa social que no logró superar los 3.500 socios. Descanse en paz y nuestro pésame a su esposa y cinco hijos, uno de los cuales Toni, le sustituyó en el Consejo de Administración de la SAD del Nàstic.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

2 comentarios

Descansi en pau. No vaig viure aquella etapa del Nàstic però se li ha d'agrair que superés moments tan complicats.
Va hver de vendre el camp, ara doncs, actualment, és del Nàstic o de l'ajubtament?

Reply

Municipal pero amb usufructe exclusiu del Nàstic per 75 anys (ja han passat 35)

Reply