Una balsa de aceite

19:24  

Celebró el martes su Junta General de Accionistas el Club Gimnàstic en la Sala Eutiches del Palau de Congresos. ante un centenar de accionistas. Había cierta expectación por comprobar entre los asistentes las reacciones por el descenso a Segunda B y el mal juego del equipo durante toda la temporada, pero los socios granates están hechos de un pasta especial y prácticamente no se quejaron por la situación pasada y actual del equipo.

Bueno es recordar como está el reparto accionarial en Can Nàstic de los cerca de 7 millones de euros de que dispone, el actual Consejo acumula un 40% del capital; le siguen los pequeños accionistas que mantiene un 20%; el Ajuntament, de momento, conserva el 15 por ciento y el 25% restante pertenece a accionistas ajenos al Consejo de Administración pero con porcentajes que ninguno supera el 5%. 

En el capítulo económico el Nàstic ofreció unos números de Champions, a pesar del descenso la pasada temporada se cerró con un beneficio de 600.000 euros. Ayudaron los traspasos de Dimitrievsky, Fali, Manu Barreiro y Kakabadze.  Por cierto fue el presupuesto más alto de los últimos años y en cambio se hizo un ridículo espantoso, se fichó tarde y mal. Lo resultados espectaculares se dieron al detallar por parte del Director General, Lluis Fábregas, que la deuda de 8 millones de euros más intereses que el actual Consell asumió en el año 2012 por la nefasta gestión de Xavier Salvadó, en junio pasado se dejó a cero.

En la Junta General se hizo hincapié en el gran trabajo que el club realiza en el área social (colegios, clubs de la ciudad y provincia, voluntariado y Equipo Genuine), para desviar la atención de un primer equipo que a pesar de contar con 6 millones de presupuesto está atascado y sin generar ilusión sumando diez puntos de treinta posibles. Por primera vez en este tipo de asambleas el Director Deportivo, Sergi Parés, se prestó a explicar como se confeccionó la plantilla, como se trabaja y trasmitió la esperanza de que pronto se encontrará la senda positiva.

Josep Maria Andreu puede presumir de llevar las cuentas a la perfección pero con la piedra en el zapato del primer equipo que lleva tres temporadas en la zozobra. El único punto lamentable fue la improvisada votación a mano alzada para saber si era mejor el horario matinal o el de tarde de los domingos. Desde la mesa la pregunta resultó algo confusa, ganaron los socios del horario tradicional por 22 a 32 (no veinticinco como se dijo, yo conté los treinta y dos brazos en alto)...pero claro se seguirá jugando de mañana.

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