viernes, 26 de junio de 2020


Equipo de la temporada 1986/87, Enric Coch; Cunillera, Parejo, Eloy, Santi Coch, Vadell; Imaz, Parés, Garriga, Bañeras y Ramon Coch.


Desde que el fútbol es futbol, en pleno siglo veinte, el debate de la cantera ha sido un punto de reunión para la controversia y la discordia. Desde que tengo uso de razón futbolística el lugar común del desaprovechamiento de la cantera ha aparecido en todos los clubes del mundo. Todo aficionado que se precie y lleve tatuado el escudo de su club en el corazón querría que su equipo dispusiera de ocho o diez canteranos en su once inicial; salvo el Athletic de Bilbao este concepto de once de casa es del todo inviable en el actual negocio del futbol.

A un equipo profesional se le exigen ante todo resultados; la próxima temporada al Nàstic no le van a perdonar los errores porque con el nuevo formato de Liga que Luis Rubiales se ha sacado de la manga todo lo que no huela a ascenso será considerado un rotundo fracaso. La cantera debería ser el filón de oro para los clubes modestos pero como siempre sucede los equipos grandes disponen, como en el feudalismo, del derecho de pernada y hurtan (más suave que roban) todas las joyas que aparecen en el territorio del futbol modesto.

El Nàstic pudo enjugar su deuda gracias a traspasos de jugadores de la cantera: Sergio Juste, Jordi Calavera, Alberto Benito, Pol Valentín, Gerard Valentín, Eugeni, Fran Vélez, Fran Carbia, Salva Ferré o Aleix Coch, y con salidas millonarias de jóvenes desconocidos como José Naranjo, Dimitriesvki y Ondoa. En esta selva que es el mercadeo de fichajes priva la oferta más que la demanda y cuando existe oportunidad, pues se vende.

Ahora se han removido las tripas de una parte de la afición porque no se ha ejercido el derecho de renovación de Sergio Montero o Sergio Cardona (este aún con ficha sub-23); de hecho hubo oferta grana pero los interesados no quisieron aceptarla. En la mayoría de clubes existen ejemplos de la poca complicidad con las canteras.

En el Barça gente como Aleña, Riki Puig o Ansu Fati siguen aguardando el salto mientras la directiva ficha brasileños de medio pelo; el Madrid no termina de apostar por Asensio, Odegaard y Kubo, estos dos cedidos. Una de las mejores canteras, la españolista, esta temporada no ha apostado por la cantera y se hunde en Segunda.

La temporada 2020/21, que se jugará a un máximo de veintiocho jornadas en Segunda B y con el riesgo de caída al abismo del futbol no profesional, hay que tirar de veteranía y experiencia en un plantilla más corta de lo habitual al haber menos jornadas, a la cantera mal que nos pese le tocará jugar un rol secundario.  

A todos nos agradaría volver a ver una alineación con el once de casa como ocurrió el 30 de noviembre de 1986 en el campo del Vic en Tercera División,  con Enric Coch, Parejo, Cunillera, Botella, Santi Coch; Parés, A. Domínguez, Garriga, F.J. Ramis, Bañeras, Roberto (Ramon Coch), repetir el hito resulta altamente improbable.
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