Peras al olmo

16:47  

 

Raúl Agné señalando el camino del ascenso.

Que nadie piense que he iniciado una cruzada para pedir la cabeza de Raúl Agné, sería una apuesta mezquina e inoportuna. Lo que si digo es que en dos jornadas ya hemos repetido mecanismos y situaciones que resultan miméticas a la anterior temporada. A las personas nos cuesta cambiar con los años, nos regimos con comportamientos atávicos, con razonamientos que ya se han instalado en nuestro cerebro. No le podemos pedir peras al olmo. A mi edad es difícil que pueda flexibilizar alguna de mis ideas o conceptos periodísticos. A Raúl Agné le pasa lo mismo.

Su idea del futbol, su concepto en el planteamiento será muy complicado que evolucione porque los años suelen lacrar las ideas y su evolución deviene difícil de modificarse, de mutarse. En el futbol la toma de riesgos lo conlleva la edad, cuando más te acomodas a tu conservadurismo más difícil resulta modernizar tus conceptos.

Raúl Agné es un buen entrenador, nadie puede ponerle en duda, y hay que darle un margen de diez partidos, pero sería bueno que alguien le aconsejara que con la plantilla que dispone pudiera trabajar en variantes más ofensivas y que con algunos cambios pudiera sorprender al rival. El equipo ha iniciado la competición con bajas y con jugadores en un estado físico por debajo de lo esperado, pero a partir de ahí el técnico aragonés tendría que jugar a mago y encontrar la magia en las alineaciones: laterales más ofensivos, probar con tres centrales; un trivote en el centro del campo, un media punta que acompañe a los dos de arriba, defensa más adelantada, presión avanzada por las bandas, liberar a un banda para que busque el centro en las diagonales...

Dios me libre de pedir el cese de un entrenador, esa no debería de ser misión de los periodistas; solo pido flexibilidad en las ideas a la hora del planteamiento de un partido y sobre todo no tener en mente los cambios sin analizar lo acaecido sobre el césped durante el tiempo anterior. Lo que se debe de hacer es pedir peras al peral, no al olmo.

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