El Museu que no daba puntos

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Cerrar el Museu fue un error imperdonable.

En un mes se cumplirán dos años del sorprendente cierre del Museu del Nàstic y los socios aun esperan que el presidente Josep María Andreu se digne a explicar públicamente, con argumentos sólidos, los motivos de su apresurada clausura en la Avenida Catalunya 22 (curiosamente frente al antiguo campo del Gimnàstic). Una decisión impulsiva y poco meditada que en la Budallera  se escudan, para justificar su cierre, en los 50.000 euros de dispendio que suponía mantenerlo abierto. 

Claro que el Museo pertenecía al club, pero no se puede olvidar que la base del contenido expuesto en su local correspondía a la sección de futbol, por tanto la SAD también debería de asumir protagonismo económico (con ahorrarse la contratación del petardo que suelen fichar por temporada, ya se equilibraría el presupuesto).

A que viene hablar hoy del desaparecido museo creado en 1986 por el presidente Antoni Vallverdú con motivo del centenario del club?. Pues que buena parte del patrimonio expuesto que explica la vida de los 138 años de existencia de la entidad, se está pudriendo por la humedad y la dejadez en el sótano del Nou Estadi, en concreto en la antigua vivienda del conserje. Tampoco es que la bandera de Jujol que dentro de tres años cumplirá su centenario esté guardada (en una vitrina) en las mejores condiciones dado su  delicadísimo estado de conservación.

Para quienes amamos al Nàstic a través de tres generaciones de socios (bisabuelo, abuelo y padre) nos duele profundamente que el sentimiento de lealtad y fidelidad al club sea solamente de boquilla y luego los actos digan lo contrario. Que patrimonio histórico podemos transmitir a los jóvenes socios cuando ingresan en la gran familia grana si su memoria histórica  ya no existe. El  futbol de hoy tan globalizado, frío y convertido en un gran negocio precisa de espacios donde generar sinergias positivas, preservar la historia y rendir homenaje a todos quienes hicieron posible construir la narración de la memoria del club Gimnàstic y conservar su patrimonio. Una auténtica pena

Una persona cabeza visible de la dirección del Nàstic dejó caer una frase lapidaria para justificar la bajada definitiva de la persiana, dijo textualmente que el Museu cerró porque no daba puntos en la clasificación.

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