miércoles, 28 de enero de 2015


La fábrica de lo sueños del cine en la década de los cuarenta y cincuenta.
  
     Cuando a finales de los años veinte el cine sonoro comenzó a ganarle la batalla al cine mudo, en Hollywood hubo un cambio radical a la hora de producir un film y en lo que más se notó fue en encontrar a buenos y en ocasiones grandes actores que se conformaran con roles de secundario o de figurante. Eran tiempos en que los actores de reparto podían ganar el doble o el triple de lo que ganaban los protagonistas del cine en Europa. Tanta importancia se les dio a los secundarios de lujo que la Academia en 1936 instauró el Oscar al mejor actor de reparto. Existen casos  de actores como Walter Brennan, Van Eflin y actrices tales como Celeste Holm o Anne Baxter, que de secundarios llegarían a ser cabezas de cartel.

    ¿Por qué era tan importante la calidad de los secundarios? pues porque la película podía mantener una homogeneidad interpretativa, se ganaba en credibilidad, no se producían desfases de nivel actoral y porque el resultado final tenía un hálito de excelencia. En el fútbol ocurre más de lo mismo, si no dispones de buenos secundarios el guión se debilita y las opciones de éxito se evaporan. 

      El Nàstic vive una situación similar al Hollywood de los años dorados, tiene un buen grupo de futbolistas protagonistas (titulares) pero ha sabido rodearse de secundarios (suplentes, de momento) de lujo. Ahora precisamente las circunstancias han provocado que David Rocha permanezca por la rotura de un dedo del pie un mínimo de dos partidos ausente del terreno de juego, es el momento de que un secundario se enfunde la camiseta de protagonista; podría ser Marc Martínez, jugador similar al cacereño pero con matices distintos o Luismi, reciclado a la labor de medio centro.

       En Badalona otro secundario (al que le van todos los papeles), Xavi Molina se convirtió en cabecera de cartel gracias a un gol que valió tres puntos. Y el día que sufra la quinta amarilla Manolo Reina, pues ahí está otro secundario de postín, Tomeu Nadal para mantener el alto nivel del guión futbolístico grana. Y Giner aguarda para interpretar su papel por el carril zurdo. Y Xisco Muñoz con un Pichichi en su haber (el Oscar de los futbolistas) también espera un rol protagonista. 

       En el cine y en el fútbol los secundarios son los que imprimen aquel toque de distinción que logra galardones para las pelíiculas y ascensos para los equipos. 
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