Por la boca muere el pez
Como conocen quienes me siguen tengo por norma publicar dos entradas por semana, la referente al partido del fin de semana y otra los miércoles. Esta semana, el lunes ya publiqué el análisis del sorteo, hago una excepción para reflexionar sobre algunas reacciones habidas a raíz del sorteo. Ante todo el máximo respeto al rival, SD Huesca, todo un campeón de grupo que además en Liga anda invicto en el Alcoraz desde octubre de 2013. Si la eliminatoria entre Cádiz y Oviedo está al cincuenta por ciento, me permitirán que piense que el enfrentamiento entre Huesca y Nàstic está en cuarenta y cinco y cincuenta y cinco favorable a los tarraconenses.
Cierto que todos los rivales querían al Huesca, menos el Huesca que no podía enfrentarse contra él; la reacción de los jugadores del Nàstic al conocer al rival en el bar del Tenis fue correcta, comedida y de satisfacción reprimida; la reacción de la plantilla oscense (vista a través de las redes sociales) fue de euforia desmedida...vaya como si hubiesen quedado exentos. Hay que guardar la compostura. Pero lo más sorprendente vino de la boca de un viejo encantador de serpientes, de un vendedor de milongas llamado Jorge D'Alesandro que puede presumir de haber descendido a ambos equipos en temporadas consecutivas.
Entrevistado por una emisora de Huesca dijo que 'para mi el favorito para lograr el ascenso directo es el Huesca', hasta aquí todo correcto, pero me gustaría saber cuántos partidos ha visto del Huesca (descontando el de Copa frente al Barça) y del Nàstic para tener una opinión sólida y tan contundente de alguien que hace tareas de analista futbolístico en un espacio nocturno de debate deportivo. Y ahora viene la gran pregunta, conociendo al técnico argentino, y si la llamada primera hubiese sido desde Tarragona habría cambiado el nombre del equipo?
Ah¡ que no se me olvide, erradiquemos de nuestra mente 'la guerra de las entradas', porque se dispone de las que manda la RFEF y punto; hay que procurar que esta eliminatoria no se desborde hacia el entorno como sucedió con el Llagostera y que los aficionados estén plenamente volcados en los dos partidos. Que nada, ni nadie nos distraiga.
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