miércoles, 5 de agosto de 2015

Atlético de Madrid temporada 1966/67. Madinabeitia; Griffa, Iglesias, Glaria, Calleja, Rivilla, Jones, Abelardo, Mendoza, Urtiaga y Collar.

         Para mitigar los rigores de un verano que hará de oro a las eléctricas (el consumo exagerado de aire acondicionada) les regalo una página de fútbol vintage. No se si sabré, pero quisiera explicar como el fútbol ha evolucionado en el último medio siglo. La excusa me la brinda Teledeporte (el canal deportivo de TVE), hace unas semanas ofrecieron íntegro el partido de Liga entre los equipos del Atlético y el Athletic correspondiente al mes de enero de 1967 (quienes tengan curiosidad para verlo pueden entrar en la web de RTVE y buscar en fútbol-vintage). Y es que viéndolo (yo en aquella época tenía 12 años pero los recuerdos aún están frescos) me di cuenta de lo distinto del fútbol de los sesenta al actual; ha cambiado y bastante para bien en muchos aspectos, en otros tal vez no.

        El Atlético acababa de estrenar el Vicente Calderón, fue el mes de octubre de 1966 en un partido de Liga ante el Valencia que acabó con empate a un gol. Era el primer estadio de Europa donde todos los espectadores, 54.600, estaban sentados. TVE transmitía los partidos los domingos a las 20.00 horas, en blanco y negro y con la narración de Matías Prats Cañete (un pozo de sabiduría y una memoria sin par). Estas fueron las alineaciones, Atlético: Sanromán; Rivilla, Griffa (argentino), Calleja; Iglesias, Glaría; Ufarte (brasileño nacionalizado español), Luis Aragonés, Gárate, Urtiaga y Cardona (hondureño). Athletic: Iribar; Orúe, Echeberria, Senarriaga; Zorriqueta, Zugazaga; Arieta II, Aguirre, Argoitia, Uriarte y Lavín. El colegiado era el valenciano Vicente Lloris en su penúltima temporada en activo, cuya profesión era paradista del Mercado Central de Valencia. Al final, triunfo local por 3-1 con goles de Cardona, Gárate y Urtiaga, y Arieta II. Los técnicos, Oto Gloria en el banquillo colchonero y Piru Gaínza en el de los leones. No existían ni los cambios, ni las tarjetas.

     Los sistemas solían ser idénticos: 1-3-2-5, aunque aquella temporada uno de los dos pivotes jugaba más retrasado al igual que uno de los interiores y el dibujo parecía más un 1-4-3-3. Tres años después se importaría del calcio la figura del libero, jugando con cuatro defensas, bajando un interior al centro del campo y dejando arriba dos delanteros uno en el centro, el otro en banda.

   Qué mes sorprendió de aquel partido?. Los porteros no jugaban en corto siempre sacaban de bote pronto; los laterales eran meros defensas y nunca cruzaban la línea de medio campo, igual que los extremos que solamente la pasaban cuando debían formar una barrera para defender una falta. Los delanteros (centro y extremos) no intercambiaban sus posiciones (cierto que el Athlètic lo hacía Arieta con Argoitia), cuando se iniciaba una jugada de ataque jamás la pelota se mandaba hacia atrás. Los jugadores más creativos avanzaban en vertical controlando el balón hasta que les hacían falta o combinaban en diagonal; conté un máximo de cuatro pases seguidos; se disparaba más a portería que ahora; no existía la estrategia a balón parado; los defensas (a pesar de no existir las cartulinas) eran más contundentes; en general el nivel técnico salvo excepciones era inferior al actual...

    Quien tenga curiosidad por ver las imágenes y hacerse una idea de aquel fútbol más rudimentario, más impreciso pero con una dosis de improvisación elevada, que vaya ala web de RTVE y lo compruebe. Eso sí, aquel fútbol disponía de más corazón, más sentimiento, más épica y más naturalidad.
___________________________________________________

    

Comentarios: