jueves, 10 de septiembre de 2015

Miguel Palanca Fernández
Miguel Palanca el mismo olfato de gol que el padre.

    Uno se alegra de que, a veces, la historia sea cíclica. El domingo 22 de mayo de 1988 e Nàstic empató a dos contra el Andorra en el partido que cerraba la temporada. Marcó primero Escaich y a los 40 minutos Palanca resolviendo un barullo marcaba el que sería su sesenta y un tanto con la camiseta granate, y último. Han tenido que pasar 27 años para que su hijo Miguel (tenía seis meses cuando Santi anotó su último gol en el Nou Estadi) se apuntara un doblete y facilitara la clasificación del Nàstic para la tercera ronda de Copa.

   De los veintidós jugadores del partido de Liga entre gerundenses y tarraconenses no hubo ninguna repetición en los onces iniciales. Se vio pues otro partido (por cierto de los veintidós un sólo jugador, el visitante Eloi calzaba botas negras el resto se repartían colores desde el fucsia, al fosforito pasando por el verde pistacho...parecía la pasarela Cibeles del calzado deportivo). Fue un encuentro más impreciso, imprevisible y con exceso de desajustes tal vez porque jugaban los menos habituales.

  En Inglaterra los dos torneos coperos son venerados, tienen un trato de respeto tanto por parte de los equipos como de las aficiones. En España parece que la Copa sea un estorbo y su envoltorio no se cuida, se sigue protegiendo a los grandes y los humildes deben de realizar, entre semana, verdaderos maratones de viaje para disputar las eliminatorias.

   La noche volvió a ser mágica gracias a dos protagonistas Miguel Palanca (dos goles y el penalti salvador) y Tomeu Nadal (dos magistrales intervenciones y un penalti detenido). El Nàstic no tuvo medio campo, ni Tejera ni Arel pudieron con la superioridad visitante y a pesar de que el Girona inquietó poco, los locales las escasas acciones nacían en las bandas. Fue un primer tiempo de tanteo y de espesura de ideas.

  En la segunda parte los visitantes adelantaron líneas y crearon peligro en una dubitativa defensa que penalizaría con sus fallos en los dos goles. El partido se abrió y el desconcierto le perjudicó al Nàstic hasta la salida de Emaná que puso imaginación y Rocha que dispuso del sosiego pertinente. El fútbol constante de ida y vuelta llevó al Nàstic a la prórroga y ahí surgió la mano de Raúl López (preparador físico) pues los granates estaban mucho más enteros y dispusieron de más ocasiones pero sin acierto se llegó a los penaltis. La tercera ronda de Copa en el bolsillo.

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

TOMEU (8): Dos manos prodigiosas y un penalti salvador. Se reivindicó sin hacerle falta.
CALAVERA (8): Magistral partido solo empañado por el despiste en el primer gol.
MOSSA (6): Mejor en ataque que en defensa. Le faltó un poco de pausa.
MANOLO (5): Arriesgó en defensa, tuvo dudas y perdió algún balón peligroso.
TEJERA (5): No supo (o pudo) llevar la batuta del juego. Apareció y desapareció.
AREL (5): Juega fácil pero participó poco. Se le vio un tanto falto de ritmo.
IAGO (7): Bien en el corte, salió jugando el balón y trianguló con criterio.
RAYCO (6): Lo intentó pero tuvo poca fortuna, fue de menos a más.
XISCO H. (6): Detalles pero con demasiado intermitencia.
NARANJO (5): Tuvo dos goles que no se pueden marrar. Tiene que madurar.
PALANCA (8): Olió el hack-tric, desbordó, marcó dos goles y ofreció pases de calidad.
EMANA (7): Detalles de orfebre del balón, tremendamente listo y muy individualista.
ROCHA (7):  Puso la pausa que necesitaba el partido. Escogió bien el pase.
MARCOS (6): Otro que ayer pecó de individualista, pero puso mas presencia arriba.

PD.- Los seis partidos de Copa que el Nàstic pasó en los penaltis se tiraron en el gol de Mar:
Nastic-Espanyol, 1983; Nàstic-Logroñes (Copa de la Liga) 1984; Nàstic-Alcoiá y Nàstic-Albacete  2013; Nàstic-At.Baelars 2014; Nàstic-Girona 2015.
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