domingo, 22 de mayo de 2016

Los jugadores del Nástic celebran su triunfo en La Romareda.
Alegría por el triunfo en la Romareda.

      Que nadie lo dude pero el ansiado ascenso directo del Nàstic está pasando por el tamiz de los once metros. Si hace una semana Emaná no hubiese fallado el penalti ante el Leganés estaríamos en posición de aterrizaje en Primera; pero si Manu Lanzarote hubiese acertado con la pena máxima veríamos las dos primeras plazas con prismáticos; y claro está si Naranjo no hubiese acertado tal vez nos preocuparía perder plaza de play off. Como ven en dos jornadas tres penaltis dan pie a reescribir la historia.

     En la Romareda los tarraconenses demostraron una enorme solidez, criterio a la hora de jugar el balón y una gran solidaridad en las ayudas y basculaciones. En el primer período el Nàstic maniató al Zaragoza que solamente apareció en las jugadas a balón parado de Manu Lanzarote. Con los laterales más reprimidos en misiones ofensivas y el trivote más junto las ocasiones locales costaban de fabricar y cuando rondaban la frontal el muro granítico de los granas las deshacía tan rápido como una pieza de hielo en un Martini.

      El Nàstic robaba balones (extraordinario Lobato como ladrón de guante (o bota) blanco) y logró armar tres contras precisas que fueron invalidadas por errores arbitrales (dos fueras de juego inexistentes de Naranjo y Emaná y un penalti no cobrado sobre el andaluz).  Los maños sufrían porque el medio campo no podía conectar su fútbol y el colombiano Hinestroza y Ángel quedaron muy aislados.

     En la continuación, con diluvio incluido, el Nàstic dio el pasito atrás y el Zaragoza le puso otra marcha al encuentro, encontró la manera de agobiar a los de Vicente Moreno, ya que los visitantes perdieron la posesión con un Emaná con más errores que aciertos en la entrega y Mandinda muy tapado en el segundo tiempo. El partido olía a empate sin goles hasta que el colegiado compensó el penalti obviado del primer tiempo y señaló unas manos inexistentes, Naranjo no falló.

     No quedaba tiempo para la reacción, cinco minutos que el Nàstic se pertrechó atrás pero una frivolidad de Sergio Tejera (saltar en el área con los brazos extendidos) propició el penalti, justo al filo del minuto 45. Y en el rifirrafe posterior con un Reina muy excitado al que un manotazo sobre Lanzarote le pudo costar la roja, afloraron los nervios que provocaron que el infalible delantero aragonés marrará el tiro. 

   Se acabó el encuentro. Un Nàstic amparado en la fe y un fútbol elegante se hizo merecedor del triunfo porque arriesgó lo preciso y tuvo efectividad. Y la Liga se queda como una caja de Pandora, tres equipos para el ascenso directo y nueve equipos con posibilidades de play off a falta de tres partidos y nueve puntos. 

1x1 (Puntuación del 1 al 10)

REINA (7): Dos buenas intervenciones; atento. Le sobró el numerito con Lanzarote antes de botar el penalti. Fair Play, please.
GERARD (5): Sufrió, le falta chispa; despistado en un par de jugadas. Acabó lesionado.
MOSSA (6): Muy exigido en defensa, lo pasó mal en alguna jugada. Pudo prodigarse poco en ataque.
SUZUKI (8): Espectacular partido del nipón. Anticipativo, ordenado y sobre todo práctico.
MOLINA (7): Un valladar por arriba y por abajo, pocas veces perdió la posición. 
TEJERA (8): Soberbio en labores de contención, supo oxigenar el juego y combinar con acierto. Lo del penalti para matarlo.
MADINDA (7): Gran partido excepto veinte minutos del segundo tiempo en que desapareció.
ABURJANIA (7): Perdió más balones que de costumbre, pero taponó las vías de agua en el centro.
LOBATO (9): Partidazo. Omnipresente. Leyó el partido a la perfección: robar, controlar y dar. Provocó el penalti.
NARANJO (8): El poco peligro que creó el equipo estuvo en sus botas. Sereno en el lanzamiento del penalti.
EMANÁ (6): Impreciso en bastantes pases, perdió algunos balones. La tuvo pero cruzó demasiado el balón.
IAGO (7): Dio consistencia al lateral y además colaboró en achicar balones de donde hiciera falta.
JEAN-LUC (6) Aunqué no pudo desbordar imprimió velocidad por su banda.
GINER (6): Pocos minutos pero le anularon (justamente) un gol, ofreció ayuda por el carril zurdo.
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