miércoles, 18 de mayo de 2016

 

    Si de la unión de un vampiro y un humano nace un licántropo; y de un humano con un caballo, sale un centauro o de un pez y una muchacha surge la sirena, pues de la  unión interesada del Llagostera y el Palamós nos podría salir el PALASTERA, eso sí con el añadido de Costa Brava, calificativo creado por el periodista  Ferran Agulló en 1908. En esta porción de litoral mediterráneo en los años sesenta dio cobijo a grandes estrellas de Hollywood como Abba Gadner, Frank Sinatra, Jhon Wayne o Elizabet Taylor, que lo convirtieron en un extraordinario plató de cine.

     Pues bien ahora también se ha utilizado para escenificar una película de cine negro entre El color del Dinero o El Golpe, porque la familia Tarragó-Alsina, máximos accionistas del Llagostera, no han sentido ni un ápice de nostalgia para barrer ipso facto los colores, el escudo y la historia del club de la pequeña población gerundense y caer de rodillas ante el decano del fútbol catalán CF Palamós para fusionarse en un solo club y salvar los intereses mercantiles del binomio Isabel y Oriol. ¡La pela es la pela¡, los sentimientos por si solos no pagan facturas. Ahora dispondrán del Municipal y evitaran el desahucio sin necesidad que intervengan las PAH.

    Esta maniobra tan sibilina ya tuvo dos amagos anteriores, el primero con el Girona pero desde la capital gerundense se descartó por las turbias y poco claras condiciones a la posible fusión; luego lo intentaron con el Barça para convertirse en filial, pero no se pierdan la intrincada geopolítica que suponía la operación: Barcelona (club), Llagostera (nombre de la población), Palafrugell (donde entrenan) y Palamós (donde juegan). Más complicado que cualquier capítulo de Juego de Tronos.

    Con el Llagostera a las puertas del infierno, el nuevo club (por tanto el Palamós perderá la antigüedad como pasó con el Málaga, Burgos, Almería o Logroñés) jugaría en Segunda B con el nombre de CF Palamós Costa Brava; el filial lo haría en Tercera aprovechando la plaza del actual CF Palamós y el tercer conjunto en Primera Catalana gracias al ascenso del Llagostera B. ¡Menudo entramado¡. Ah¡ y además Isabel Tarragó se aseguraría la presidencia de la nueva entidad para seguir mandando y Oriol Alsina la coordinación de todos los equipos.

    En Tarragona fuimos, somos y seremos del Nàstic y jamás negociaríamos con los sentimientos y con la historia, por eso y recordando declaraciones de Oriol Alsina (en las que queda retratado), lecciones las justas sobre el amor a unos colores. ¡ Bon vent i barca nova¡
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