Xavi Molina o el discreto encanto de la regularidad
Xavi Molia y Nástic...hasta que la retirada os separe.
A lo largo de la historia del fútbol hemos observado como en cada club florecían jugadores que empatizaban con la entidad e incluso se sentían una parte de ella. En cierta ocasión a finales de los años cincuenta los jugadores del Barça, Ramallets, Gracia, Vergés y Gensana fueron a ver al presidente Miró Sans para decirle que dada la grave situación económica de la entidad ponían sus sueldos a disposición del club...y que ya les devolverían el dinero. Hoy suena a rocambolesco.
En el ámbito grana podemos recordar a Andreu Catalá que además de ser un futbolista polivalente siempre a disposición del club, le perdonó varias cantidades económicas por la delicada situación financiera que padecía el Gimnàstic. También Ángel García o Ismael Bañeras declinaron ofertas de mayor enjundia crematística para continuar en el club de sus amores.
Valga este preámbulo para hablar de Xavi Molina Arias (La Canonja, 1986) que surgido de la cantera del Nàstic tuvo que pasar por todo un laberinto futbolístico (Reus Deportivo, Rapitenca, Alcoyano, Atletico Balears) para recalar finalmente en el club de su vida. Lo logró y calladamente, sin estridencias consiguió hacerse un hueco en el once titular demostrando una gran polivalencia y disciplina digna de admiración.
Xavi Molina alcanzó hace un par de jornadas su partido oficial número 100 con el Gimnàstic, hecho del que tan solo puede alardear 110 jugadores de los que 40 son nacidos en la provincia. Su mejor virtud es la regularidad, no acostumbra a fallar (bueno, borremos el gol que le marcó a Reina ante la Ponferradina), sabe lo que debe hacer en cada jugada y tiene esa piel camaleónica que igual puede asumir la posición de lateral, que actuar de central o dominar el centro como pivote defensivo.
Molina es lo que, antes de que nos invadiera el fútbol moderno, se llama un 'hombre de club', que acata las suplencias, que no se esconde en el terreno de juego y que defiende el escudo antes por el sentimiento que por la nómina. Xavi debería de ser el modelo en que se miraran todos los jugadores del fútbol base granate, con constancia, perseverancia, ilusión y humildad se puede alcanzar la cima, o sea la plantilla del primer equipo. ¡Felicidades por el centenari, Xavi...y el bicentenario a tiro de piedra¡.
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