domingo, 8 de mayo de 2016

Xavi Molina
Los tres protagonistas del segundo gol: Emaná (provoca el corner), Muñiz (lo ejecuta) y Molina (lo remata a la red).

    Pues si, el Nàstic logró en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo su primera medalla de oro. Tres puntos que en la última jornada ante la visita del Alavés pueden ser de un valor incalculable.  Ayer los equipos de dos ciudades hermanadas por la celebración de los JJ.MM. (en Almería fueron en 2005 y en Tarragona serán en 2017) se presentaban con objetivos bien distintos y completamente invertidos del día en que comenzó la Liga: los andaluces acuciados por el descenso, los tarraconenses coqueteando con el ascenso.

    El Nàstic borró al Almería del partido, situando a sus hombres de manera estratégica para que en la primera media hora no pasara nada. Una defensa hermética, sin fisuras; un centro del campo de contención pero sin hacer ascos a la creatividad; y arriba movilidad y permutas continuas. Los locales fueron perdiendo gas y los visitantes ganando posesión y merodeando el área de Casto. A falta de diez minutos para certificar la primera entrega del partido, otra vez Naranjo a pase de Mossa después de una recuperación de Aburjania,  disparó con  efecto digno de una mesa de billar y adelantó al Nàstic. 

    Todo hacía presagiar que el triunfo se encarrilaria hacia Tarragona con cierta facilidad, pero dos errores del colegiado gallego: anular un gol a Suzuki por un bloqueo de Mossa, jugada que se repite hasta la saciedad en las áreas (cierto que pitó antes del remate del japonés y por tanto no puede hablarse de gol invalidado) y no hacer caso a su asistente en la jugada del gol de Navarro, pues el delantero estaba un metro fuera de juego. 

  En el segundo tiempo el partido fue un calco de los minutos iniciales, control grana y precipitación y desajustes almerienses. Poco a poco el Nàstic se agigantó y dominó el juego, pero la lesión de Jean-Luc de la que salió conmocionado hizo que apareciera el desbarajuste en el terreno de juego, pero la justicia se produjo en un milimétrico centro de Muñiz y espectacular remate de Molina. Quedaban cuatro minutos más siete de añadido...el Almeria era ya un cadáver y el Nàstic volaba para dormir como equipo de Primera División.

   Cinco partidos, quince puntos y el sueño del ascenso que jornada a jornada se cristaliza y deja de ser una quimera. 

1x1  Puntuación del 1 al 10

REINA (6): Poco exigido. Mandó en defensa, buenas acciones de balón en largo.
VALENTIN (6): Mejoró, pero aún le cuesta en las acciones de profundidad por la banda.
SUZUKI (7): Muy seguro, atento en el corte y jugando el balón desde la defensa.
MOLINA (8): Atrás fue muralla inaccesible, delante ariete que abrió el triunfo.
MOSSA (7): Condicionado por la amarilla, vidente en la asistencia a Naranjo en el gol.
ABURJANIA (7): Abnegado en el esfuerzo; combinó con rapidez y controló su parcela.
TEJERA (8): Partido enorme, taponó las vías de ataque local, robó balones y repartió juego.
MADINDA (7): Consistente, un muro en el centro. Infatigable en la pelea.
LOBATO (6): Labor oscura pero necesaria. Le faltó más presencia en ataque.
EMANÁ (6): Aguantó bien el balón peró creó poco peligro. Eso sí, fijó a los centrales.
NARANJO (9): Un gol antológico y cada balón cerca del área era sinónimo de peligro.
GINER (6): Jugó de lateral, le faltó contundencia pero en ataque pudo desbordar.
JEAN-LUC (6): Conmocionado, pudo participar poco en los veinte minutos.
MUÑIZ (7): Dio medio gol del triunfo con un saque de esquina medido.
______________________________________________________________________



   

Comentarios: