domingo, 25 de septiembre de 2016

La foto inicial que se hace en cada partido y que nunca se publica, mira por donde hoy ve la luz.

     No, no se trata de un artículo para algún opúsculo de la Semana Santa de Tarragona, ni una mención al paso de la Cofradía de San Magí Mártir (en este caso la preposición sería del en lugar de al), se trata de la delicada situación ve vive el conjunto granate.  Que le pasa al Nàstic?, porque en menos de cuatro meses ha pasado de oler a Primera División a coquetear con la Segunda B?; tiene cura le enfermedad que sufre el equipo granate?,  por qué diagnóstico se inclinan los técnicos?, por qué existe tanta miopía frente a la portería rival?. La situación ha pasado de preocupante a grave, de anecdótica a angustiosa. El equipo fuera de casa se empequeñece, se eclipsa, se diluye, se transforma en un conjunto desafinado y que suele acabar desquiciado.

   En el Nuevo Arcángel el Nàstic salió encogido, asumiendo el papel de perdedor, domesticado por el Córdoba desde el minuto uno, incapaz de tomar la responsabilidad, de generar un fútbol capaz de frenar a los andaluces. El equipo juega a lo previsible, con un fútbol plano, sin matices, con jugadores (bastantes) indolentes, incapaces de proponer intensidad, insolidarios (abusando del juego individual) y sobre todo con una impotencia y falta de autoestima lamentables.

   Visto lo visto el equipo ha hecho un retorno al calvario que recuerda la temporada 2011/12 o el inicio de la siguiente. Yo no dudo de Vicente Moreno, pero el técnico bien haría en dudar del comportamiento de alguno de sus futbolistas. Los debates en las redes sociales proyectan el estado de ánimo de la afición, no sirven ya los paños calientes. El Nàstic está en caída libre y echando una ojeada a la plantilla, hombre por hombre, a uno se le hace un nudo en la garganta porque no encuentra la puerta del laberinto de la que hablaba el martes después del buen partido frente al Zaragoza.

   Las excusas ya no sirven, convertir al Nastic en una ONU futbolística tiene su peaje, traer a jugadores de ligas menores tiene sus consecuencias, desmantelar una plantilla que rozó la Liga Santander tiene su riesgo. Si quieres probar un salto mortal en el trapecio, pon debajo una red para paliar la caída.  Cada jornada costará más salir del pozo...se acumula plomo en las botas, se bloquea el cerebro y el corazón palpita sin ritmo.

  Lo único tangible, verdadero es que la afición continúa, pese a todo con su amor al equipo; es de admirar. Estos versos pueden servir de recado de los nastiqueros a la plantilla...

Quiero y no quiero querer a quien no queriendo quiero.
He querido sin querer y estoy sin querer queriendo.
Si por mucho que te quiero, quieres que te quiera más,
te quiero más que me quieres; qué más quieres?, quieres más?

PD.- Hoy no hay el 1x1 puesto que solamente pude ver el partido a trozos. Estaba en la boda de Eli y Juanra.
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