domingo, 30 de octubre de 2016

 
 Dos de los protagonistas, el bueno Juan Muñíz, el malo Oliver de la Fuente Ramos.

   A pesar de no cuajar un buen partido, de carecer de un mínimo de creatividad en el centro del campo, de no mantener el grado de intensidad necesaria para ahogar el poco fútbol que propuso el Mallorca y de no lograr parar la ansiedad, se hizo méritos (pocos) para ganar a un equipo con falencias miméticas a las que sufre el conjunto de Vicente Moreno.

     En es te blog solamente en dos ocasiones he dedicado una parte de la crónica para hablar del arbitraje, la primera vez fue en abril de 2013 en el minúsculo campo del Llagostera (1-0)  donde el arbitraje del rumano Cristian Adrián Lixandru adscrito al colegio aragonés manipuló el resultado con un penalti dudoso a favor de los locales y otro birlado por un derribo a Javi Martínez; la segunda vez (oh¡ casualidad) en el mismo campo de fútbol (?) en junio de 2014 con Rubén Eiriz Mata como director de la contienda y ya conocen por activa y pasiva el rosario de errores.

    Hoy será la tercera para referirme como protagonista negativo al colegiado vallisoletano de 36 años y trabajador social de profesión, Oliver De la Fuente Ramos (por cierto el árbitro que pitó el Zaragoza-Nàstic, 0-1, de la pasada temporada). Vaya por delante que este colegiado salvó las dos últimas temporadas por los pelos, a punto de descender. Está falto de personalidad y tiene excesiva dependencia de sus asistentes. En el Nou Estadi se comió un penalti a Tejera en el área, debió conceder el gol de Emaná (Oriol rompía el fuera de juego), debió señalar un par de faltas a Alex López y otra, creo recordar, a Juan Muñiz. Además tuvo la desfachatez de señalar el final veinte segundos antes, cuando iba a amonestar a un jugador mallorquín y el Nàstic iba a ejecutar una falta peligrosa.

    Dicho esto lo cierto es que el Nàstic corrió más que en otros partidos pero con intermitencia, con falta de continuidad. El agujero defensivo, como el de la capa de ozono, aumenta en cada jornada. El equipo sigue careciendo de cerebro, nadie es capaz de encontrar el tempo del partido y canalizar el juego. Ayer se enfrentaban dos equipos enfermos necesitados de una transfusión de ideas, pidiendo a gritos una terapia de choque para despertar del letargo por el que atraviesa, el equipo balear acertó en transformar sus ocasiones urgiendo en la gangrena local. 

  El Nàstic necesita con urgencia contactar con el 112 para poner en marcha un plan de emergencia porque la situación pude acabar en una inundación de lágrimas de los aficionados o en un devorador incendio de las ilusiones de permanencia. Se nos marchitó la esperanza con la falta de triunfos...tal vez la suerte venga el domingo en la jornada 13.

Puntuación del 1 al 10

DIMITRIEVSKI (7): Muy fiable bajo palos, dudando en alguna salida y en el juego con los pies.
KAKABADZE (6): Firme en defensa excepto los últimos minutos, probó el disparo con intención.
LOPO (3): Lento, poco atento en el segundo gol. Prefirió el pelotazo al pase en corto. Acabó expulsado.
SUZUKI (4): En el primer gol Brandon le puso en evidencia. Llegó tarde en algún cruce. Intentó jugar el esférico.
MOSSA (3): Mal. Ha perdido velocidad, atolondrado con el balón. Sube pero sin encontrar el pase final.
TEJERA (5): Cumplió en tareas defensivas pero le costó organizar el fútbol. Volvió a perder los nervios.
CORDERO (5): Apareció muy poco y en posición muy retrasada. El equipo lo necesita mucho más.
MUÑIZ (6): Un excelente gol...y poco más. Adolece de temperamento. Hizo conducciones lentas en exceso.
LOBATO (3): Ausente y con poco criterio a la hora de armar las jugadas. Inédito en apariciones de ataque.
ALEX LÓPEZ (7): Un gol anulado dudoso. Trabajo exhaustivo, inagotable, pero muy solo. Nada que objetar, tal vez fingir alguna falta...que no hacía falta.
FERRAN (6): Ayudó al lateral y se desdobló con rapidez, fue quien más presionó, pero perdió alguna jugada de gol.
UCHE (4): No aportó la frescura y la chispa que necesitaba el partido. Retrasó demasiado su posición.
JEAN-LUC (7): Un gran gol y alguna jugada con peligro; tal vez debió salir desde el inicio.
EMANÁ (6): Marcó un gol injustamente anulado. Intentó aportar algo diferente en ataque.
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